Despampanante: cómo es la fastuosa mansión que Enrique Iglesias y Anna Kournikova lograron vender
Enrique Iglesias la remodeló y restauró, aunque obtuvo un valor menor al esperado.Todo comenzó como una inversión más, cuando Enrique Iglesias y Anna Kournikova compraron una casa en Miami, con toda la intención de que fuera su hogar y llevar a vivir también allí a los abuelos de la extenista.
Pero lo cierto es que en 2018, el cantante y su mujer decidieron que era hora de ponerla a la venta, porque la familia se agrandaba y la mansión no cumplía con los requisitos necesarios. Lo noticioso es que la lujosa mansión de Enrique Iglesias recién fue vendida dos años más tarde y por fin lograron desprenderse de la impactante vivienda.
Enrique Iglesias actualmente tiene 46 años y 3 hijos, entre los que se encuentran los mellizos Lucy y Nicholas.
La mansión está ubicada en una urbanización cerrada en Bay Point, que es uno de los barrios más suntuosos de la capital de Florida. La edificación fue adquirida por la pareja en 2015 con la intención de que fuera el hogar familiar.
En esos años, añadieron cuartos y renovaron algunos ambientes, lo que implicó una inversión muy grande. Ahora, mientras hacen cuentas descubren que no fue tan buen negocio, ya que la compraron por 4,5 millones de euros, se puso en venta por 4.8 y finalmente se vendió por 3,8 millones.
La vivienda cuenta con seis habitaciones y seis baños, entre los que llama la atención la suite principal decorada con colores naturales, mucha luz y una gran ventana que da a una terraza.
Además, dispone de dos amplios salones, uno donde reinan los colores terrosos y otro en la gama de los blancos. También agregaron una barra y una amplia terraza con cocina de verano y barbacoa. Si hay un punto que llama la atención, es el parque con jardines, palmeras, arbustos y una variada vegetación, con piscina y jacuzzi incorporado.
Una decisión terminante
Cuando el cantante y su mujer terminaron de arreglar la casa, observaron que, en cierta manera, se habían excedido, puesto que era demasiada grande para la intimidad que buscaban.
La decoración que estuvo a su cargo, es de estilo minimalista, en colores neutros y con detalles sofisticados. Es una residencia ideal para parejas que no tienen hijos.