Desde su juventud y en medio de sucesivos éxitos, John Travolta sufrió trágicas pérdidas

Si hablamos de la teoría de las compensaciones, posiblemente John Travolta logre equilibrar los importantes logros y éxitos en el ámbito laboral con el número de desgracias que lo persiguen desde que es muy joven.

De las últimas tragedias de John Travolta que se recuerde está la pérdida de su esposa, Kelly Preston, una actriz que participó en más de setenta películas y que dejó este mundo con apenas 57 años, tras un diagnóstico de cáncer de mama. Y este dolor se suma a los otros tantos que padeció el actor protagonista de “Grease".

Nacido en febrero de 1954, a John Travolta le tocó transitar una infancia sencilla y humilde en la que sus padres incentivaron su talento artístico. En su primera participación importante en un filme, como fue “La lluvia del Diablo”, conoció a su colega Joan Prather, quien lo introdujo en la Iglesia de la Cienciología, a la que aún pertenece.

Era todavía muy joven cuando su novia y compañera de reparto en “El chico de la burbuja de plástico”, Diana Hylan, 18 años mayor que él, murió de una cruel enfermedad al tiempo que lograba su mayor éxito. “Fiebre de Sábado por la Noche” y “Grease” le demandaron capacitarse no solo en lo actoral, sino también en el canto y la danza.

Luego de ello, las cosas no le fueron tan bien en lo laboral. El actor se vio obligado a tomar papeles que no le convencían, como “Sobreviviendo”, dirigida por Sylvester Stallone. En esos años, le resultó muy difícil levantar la cabeza.

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Y llegó el amor

Por aquel entonces, se casó con Kelly Preston. La mujer lo ayudó a levantar su ánimo y también su carrera porque, a partir de ese momento, protagonizó los filmes como “Mira quién habla” y sus dos secuelas. Pero su verdadero renacer fue con “Pulp Fiction”.

Sin embargo, la vida volvió a tornarse oscura porque, en enero de 2009, su hijo de 16 años falleció en la residencia que Travolta posee en las Islas Bahamas. El primogénito fue encontrado en la bañera por una de las empleadas del hogar y fue trasladado inmediatamente al Hospital de Freeport, aunque no lograron salvar su vida.