En un área natural protegida, Bahía Bustamante ofrece paisajes de ensueño en la costa de Chubut

La antigua proveeduría de Bahía Bustamante funciona como restaurante.
martes, 26 de octubre de 2021 · 23:00

Ubicada en un lugar excepcional frente al Atlántico y en la Patagonia argentina, se encuentra Bahía Bustamante, un lugar paradisíaco que forma parte del Parque Nacional Patagonia Austral y de la Reserva de la Biosfera de la UNESCO Patagonia Azul.

Esta localidad argentina del departamento de Escalante es destino turístico y además una de las zonas más relevantes de la conservación de las aves. Tal es así que de las 16 especies de aves marinas que nidifican en Argentina, 13 lo hacen en Bahía Bustamante.

El sitio ofrece actividades para recorrer a pie, a caballo, en 4x4 o en bicicleta.

Entre las aves que pueden encontrarse en este lugar de ensueño, conocido internacionalmente como Bahía Bustamante, está nada menos que el famoso pingüino de Magallanes, la simpática variedad que puebla las costas del sur argentino.

Lo cierto es que, más allá de la belleza natural, desde hace un tiempo se creó un exclusivo hospedaje con viñedos y nivel cinco estrellas, que convoca al mejor turismo de lujo.

Destacan las playas de arena blanca y aguas cristalinas. El relieve es de rocas rojizas.

En los años 50, se fundó allí un establecimiento para la recolección de algas marinas. Lorenzo Soriano, inmigrante español, es el antepasado de quienes actualmente comandan el establecimiento turístico. 

Es un pequeño pueblo que cuenta con edificios antiguos donde funcionaron la escuela, la iglesia y la proveeduría. Todo iba de maravillas en ese pueblo dedicado a la recolección de algas hasta que un derrame de petróleo en 1982 dio por tierra el trabajo de casi 400 personas.

 

Un lodge para disfrutar

Actualmente, son los descendientes de Soriano quienes crearon y proyectan Bahia Bustamante Lodge para el turismo nacional e internacional.

A 30 kilómetros del esta localidad, se puede visitar el Bosque Petrificado La Pirámide.

Las antiguas viviendas fueron restauradas para recibir a los huéspedes. De las casas hay seis con vista al mar y otras cinco a la estepa, con amplios ventanales. Mientras, la antigua proveeduría hace de restaurante y de sala común para los huéspedes.

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