Para no sentirse inferiores: secretos para saber cómo intimida cada signo del Zodiaco
Hay ciertas propiedades de los signos del Zodiaco que, a veces, apabullan.No es una novedad que nadie es perfecto. Y es por eso que cada uno de los signos del Zodiaco posee, además de bondades, muchos matices de su personalidad que pueden intimidar al otro.
Tanto es así que aquellas personas que nacieron con algunos rasgos astrológicos suelen tener una faceta particular que hace que los demás se sientan menospreciados o apabullados ante su presencia. Para eso es bueno conocer cómo actúa cada signo del Zodiaco en su carácter avasallante.
Para eso, es necesario evaluar cómo son los mecanismos de cada signo del Zodiaco que, a veces, espantan a la gente por ciertas formas de defensa y la mayoría de las veces ni se dan cuenta.
Por ejemplo, en el caso de los nacidos bajo el signo de Aries, lo que lleva a que los otros se sientan intimidados es que son personas de muchos carácter y les resulta difícil, aunque a veces imposible, callar lo que piensan y siempre actúan con la verdad. Pero por más que acusa que es una persona sincera, eso puede provocar en el otro un cierto amedrentamiento por su mirada sentenciadora.
Los taurinos se caracterizan por su eterna paciencia, pero lo grave e intimidante es cuando se agota. El angelical y siempre educado taurino se enfada y logra acobardar con el fuego de su carácter.
De igual modo, los nacidos en los meses que Géminis domina son muy amigables y buscan estar al margen de las discusiones, por lo que en general reflejan una personalidad misteriosa. Ese enigma que desprenden es lo que le tengan miedo.
El fuego y la bondad como una pared
La lealtad que muestra Cáncer es uno de sus mayores atributos. En las buenas y en las malas, será de los primeros en estar cuando se lo necesita. Y generalmente tienen un grupo de admiradores a su alrededor, algo que a muchos les produce un cierto temor a la hora de acercarse.
Los leoninos, que son puro fuego, son aquellos inquietos a los que difícilmente les guste disfrutar de la tranquilidad y eso también asusta porque muchos no se sienten en condiciones de seguirles el ritmo.