DE FANTASMAS
Jamás volverá a un cementerio: la escalofriante experiencia paranormal que vivió Ariana Grande
En un viaje por Kansas, Ariana Grande se enfrentó a un episodio aterrador con sus amigos.
Es una gran artista aunque muy joven para confesar que nunca más irá de visita a un cementerio. Y es que, tras haber vivido una experiencia paranormal espeluznante, Ariana Grande tomó la decisión de ni siquiera pasar cerca de un camposanto.
La reconocida cantante estadounidense vivió un acontecimiento que marcó su vida y que aún hoy le provoca escalofríos en el cuerpo. Tal como contó en la revista Complex, Ariana Grande hace un tiempo asegura que tuvo uno de los momentos más dramáticos de su vida.
La experiencia sucedió en un viaje a Kansas City, cuando a Ariana Grande se le ocurrió la inocente idea de visitar el cementerio Stull, considerado como una de las Siete puertas del infierno que hay en la tierra, según creen algunos.
El paseo de la empresaria de modas comenzó con una visita al castillo embrujado de donde quedaron con gusto a poco, por lo bien que lo habían pasado. Entonces, decidieron que podían estirar un poco más el recorrido y llegar gasta el cementerio Stull.
El tema fue que, al llegar al sitio, todos los presentes comenzaron a tener una extraña sensación paranormal y un olor a sulfuro se apoderó del lugar: “Me embargó una sensación enfermiza y sobrecogedora de negatividad y todos olimos sulfuro, que es una señal del demonio, y había, por casualidad, una mosca en el auto, lo que es otro signo demoníaco”.
Ante estas señales que atemorizaron a todos los integrantes del grupo, decidieron irse. Sin embargo, para evitar cualquier tipo de reprimenda por parte de los espíritus, ella bajó la ventanilla del auto y dijo bien alto: “Nos disculpamos. No queríamos interrumpir su paz”.
Testimonios y voces del más allá
Lo más sobrecogedor de la anécdota es que la cantante tomó una foto y cuando vio la imagen había tres caras muy distintas entre sí, “rostros de como ilustran al demonio en los libros”.
Por mucho tiempo más tarde del espeluznante acontecimiento, Ariana Grande, cada vez que quería dormir, escuchaba unos susurros muy altos y veía imágenes perturbadoras cuando cerraba sus ojos.
