Cronología del terror: los últimos días de Diego Maradona en detalle

Raúl Kollmann es el periodista especializado que sigue la causa judicial sobre la muerte de Diego Maradona desde el primer momento y quien ha dado primicias impensadas desde aquel 25 de noviembre. Ese día, el mundo se enteró que el astro del fútbol mundial fallecía de un paro cardiorrespiratorio solo en una habitación.  

En su última columna para Página 12, el comunicador dio detalles macabros de la cronología del terror: desde el 24 de octubre del 2020, Maradona comenzó a dar señales preocupantes sobre su estado de salud. Lejos de dar aviso a la familia o solucionar la cuestión, el grupo de profesionales que lo atendía ocultó la situación y hasta se mofaban de él. 

En esos primeros días que recopila Kollman, el equipo que conforman Leopoldo Luque, Agustina Cosachov y Carlos Díaz diagnosticaban al exfutbolista con "demencia alcohólica" o "mal de Parkinson", debido a un estado de confusión y rigidez. Si bien en ese momento decidieron que Maradona solo podía estar en una "internación domiciliaria" con ambulancia de alta complejidad durante las 24 horas, enfermeros varones especializados en adicciones, un médico clínico, un toxicólogo y hasta un neurólogo, es Luque quien desestima todo el 26 de octubre debido a un "cambio de planes".

Allí es cuando el médico cirujano le solicitó a la psiquiatra Cosachov un "certificado de que Diego está orientado en tiempo y espacio". La respuesta de la profesional es insólita y más que elocuente: "¿Orientado? Ja, ja". Luque le insistió para que ponga que, cuando lo vio, el nacido en Villa Fiorito estaba "bien", lo cual no era cierto, como se corroboró en medio de la investigación judicial. 

Del 29 de octubre se leen mensajes igual de sorpresivos que reflejan el manejo que se tenía sobre el nivel de consciencia de Maradona: "Se viene el cumpleaños. Hay que reducirle la medicación para que pueda estar presentable". Kollman especifica que el ex director técnico tomaba hasta 30 latas de cerveza por día junto con más de 10 pastillas del psicofármaco Alplax, un combo letal para cualquiera, especialmente alguien con problemas cardíacos como el Diez. 

La presencia del entonces DT de Gimnasia y Esgrima de la Plata en el estadio del Lobo el 31 de octubre para su cumpleaños  despertó las alarmas en la opinión pública, y el 1 de noviembre deciden internarlo por pedido de Luque, planificando doparlo aunque "viole la ley de salud mental". Maradona aceptó ir por su propia voluntad y todo quedó en la nada, pero para tapar el escándalo por su estado decidieron hacer uso del "edema subdural" en la cabeza, remarcando que la situación "debe parecer un chequeo" médico de rutina. 

Como el Sanatorio Ipensa donde llevaron al ex de Claudia Villafañe no aceptó la operación, lo trasladaron a la Clínica de Olivos donde la última ganadora de "MasterChef Celebrity" se unió a Víctor Stinfale, examigo de Matías Morla, para evitar que sea Leopoldo Luque quien opere a Maradona. Pasada la intervención, la clínica no estuvo de acuerdo con una internación domiciliaria y la familia, junto a Luque, decidió acondicionar la casa del Tigre con especificaciones médicas que jamás se cumplieron. Mientras tanto, el periodista de Página 12 remarca que Cosachov facturó por sus servicios 95 mil pesos. 

Entre el 12 y el 23 de noviembre el escenario parece destinado al desenlace que tendrá el 25: un cuadro de depresión por el cual el ídolo de multitudes no se levanta de la cama por días, "ronquidos preocupantes", "hinchazón" y la incapacidad de orinar. Frente a esto, Cosachov destacó que al menos "no está pidiendo alcohol" y Luque solo aconsejó "darle agua". Finalmente, Maradona falleció el 25 de noviembre con "3 litros y medio de líquido" en el cuerpo, según la autopsia, lo que le habría generado un edema de pulmón.