Por Harry y Meghan Markle: la reina Isabel II tomó una decisión histórica

La reina Isabel II recogió el guante que arrojaron Meghan Markle y Harry en su entrevista con Oprah Winfrey al acusar a la corona de tener un sesgo racista para con ellos y su hijo Archie. En una medida inédita, la reina decidió tomar cartas en el asunto y resolvió pedir la revisión de las políticas de diversidad, ya sea racial, étnica u orientación sexual, a la hora de contratar gente para trabajar en el Palacio de Buckingham. 

De esta manera, se cumple la promesa que Isabel II emitió en el primer comunicado enviado desde la realeza apenas unos días después de la histórica entrevista de los duques de Sussex. En ese momento, se aseguró que se discutiría "en familia" y de manera privada las acusaciones de Meghan y Harry. 

La medida de la reina apunta no solo a la propiedad donde ella vive, sino también a Clarence House y el palacio de Kensington, donde viven el príncipe Carlos con Camila de Cornualles y los duques de Cambridge, respectivamente. Un guiño de su majestad hacia su nieto y su mujer, quienes se encargaron de diferenciarla de todas las críticas que realizaron a la realeza. 

Una fuente cercana a la soberana del Reino Unido aseguró al Mail On Sunday que "ya existen las políticas, los procedimientos y los programas, pero no hemos visto el progreso que nos hubiera gustado ver y aceptamos la necesidad de hacer más y mejorar las cosas". De hecho, se está analizando la contratación de un "Director de Diversidad" para ser el responsable del área. 

Las mencionadas no son las únicas investigaciones incentivadas por la reina Isabel II, sino que también está en curso la que aborda las supuestas acusaciones por acoso laboral de exempleados del Palacio de Buckingham contra Meghan Markle. Al respecto, los duques de Sussex remarcaron que solo se trata de una "nueva campaña de difamación" en su contra por parte de la prensa sensacionalista inglesa.