Una bienvenida que preocupó a todos: el bisnieto de la reina Isabel II nació en un baño

El pequeño llegó con un guiño para el duque de Edimburgo.
jueves, 25 de marzo de 2021 · 00:45

Zara Tindall, la nieta de la reina Isabel II, tuvo a su tercer hijo en el baño por no llegar a tiempo al hospital. El hecho generó preocupación en la familia real británica, pero tanto el niño como la madre se encuentra afortunadamente en buen estado de salud, según lo informó el flamante padre. 

El bisnieto de Isabel II se llama Lucas Philip Tindall, en un gesto de amor de Zara y su esposo para con el duque de Edimburgo, quien acaba de salir de su internación de casi un mes. Según las informaciones, el bebé peso 3,7 kilos y nació en el baño de su casa. Se trata del décimo bisnieto de la reina y ocupa el lugar número 22 en la línea sucesoria, sin título de Alteza Real. 

Mika Tindall, esposo de la nieta predilecta de la reina Isabel II, fue quien dio los detalles de la dramática situación que vivieron durante el parto. Lo hizo en su podcast "The Good, The Bad & The Rugby". El exjugador de la selección inglesa de rugby contó cómo "corrió al gimnasio, buscó una colchoneta", la puso en el piso del baño y la "sostuvo" hasta que nació su hijo. 

Cabe recordar que las preocupaciones de la soberana del Reino Unido y su familia estaban más que fundadas: Zara y Mike venían de momentos difíciles tras perder dos bebés; uno en diciembre del 2016 y otro en junio del 2018. El matrimonio tiene, además del recién nacido, dos hijas más. 

La reina aprobó el matrimonio entre Zara y Mike en la reunión del Consejo Privado del 10 de mayo del 2011, como lo exige la Ley de Matrimonios Reales de 1772. La pareja ya estaba comprometida desde el año 2010, por lo que debió esperar la palabra de Isabel II para continuar con sus proyectos. 

La decisión de la princesa Ana

La única hija mujer de la reina Isabel II sufrió mucho por amor debido a las restricciones e imposiciones de la Corona, además de ser una gran enemiga pública de los paparazzi que la asediaron toda la vida, especialmente durante su juventud. Quizás por eso la princesa decidió "liberar" a sus hijos de las situaciones que pudiesen padecer por pertenecer a la familia real y se negó a que tuviesen título real alguno.

"Creo que la mayoría de las personas coincidirá conmigo en que tener uno supone algunas desventajas", declaró la princesa Ana a Vanity Fair hace algunos años. De esta manera, Zara y Peter, sus hijos, no tienen ningún tipo de título nobiliario y sus obligaciones reales son contadas. 

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