Diamantes amarillos: la reina Isabel II reapareció, pero un detalle se robó la atención
La monarca salió del Castillo de Windsor por primera vez.La reina Isabel II tuvo su primer acto oficial presencial del año 2021 en los actos conmemorativos por los 100 años de la Royal Australian Air Force. Sin mascarilla y con una vestimenta de color estridente como acostumbra, la reina desmintió los rumores que indicaban que se tomaría un descanso de la actividad real.
A pocos días de cumplir 95 años, Isabel II sigue demostrando un estado de salud envidiable para su edad. Realizó todas las acciones que le correspondían erguida y tuvo un guiño con el Gobierno australiano que no pasó desapercibido. De hecho, fue lo que más llamó la atención.
Con su vestuario de color amarillo y verde, la reina Isabel II lució un deslumbrante broche de diamantes amarillos que le regalaron durante su primera visita a Australia allá por el año 1954. Cabe recordar que apenas dos años antes una joven Isabel fue coronada como reina tras la muerte de su padre.
El broche representa a la flor del zarzo, símbolo nacional en Australia. Una elección nada inocente que muestra la preocupación de la soberana del Reino Unido en cada detalle de sus apariciones. Especialmente en tiempos tan tumultuosos para la Corona debido a los sucesivos escándalos protagonizados por sus descendientes.
La última vez que la reina participó de manera presencial de un acto fue en Navidad del 2020. Esta es la primera vez que abandona las inmediaciones del Castillo de Windsor, donde se encuentra desde el inicio de la pandemia. Mientras tanto, no dejó de trabajar en su despacho como también participó de manera virtual de varias ceremonias o nombramientos.
Su gran amor contra la soledad
La reina Isabel II se encuentra junto al duque de Edimburgo en Windsor, mientras este último se recupera de la operación al corazón a la que tuvo que someterse hace un tiempo y que lo obligó a estar internado por un mes. Durante ese periodo, en el que la salud de Felipe era una incógnita, la madre del príncipe Carlos rompió una promesa para mitigar su soledad.
Es que Su Majestad se había propuesto no adoptar más perros corgi por temor a que algo le pasara y los animales no recibiesen los cuidados que le dan con ella en vida. Sin embargo, durante la internación de su compañero de toda la vida, Isabel II adoptó dos perros más para continuar su vínculo con esa raza que adora.