La reina Isabel reaparece en público, a cinco días de la pérdida de su esposo
Así avanzan los operativos fúnebres para la despedida de Felipe de Edimburgo.
Después de cinco días alejada de los reflectores y las cámaras de televisión, la reina de Inglaterra, Isabel II, ha vuelto a aparecer en público para cumplir con sus deberes monárquicos tras el fallecimiento de su esposo, el príncipe Felipe de Edimburgo, el pasado nueve de abril.
La monarca de 94 años de edad fue vista por primera vez este miércoles, junto a su hija, la princesa Ana, durante una ceremonia protocolar de retiro de uno de los altos mandos militares con mayor jerarquía del Reino Unido, Lord Chamberlain Earl Peel, uno de los funcionarios más antiguos y allegados a la nobleza británica.
El acto ocurrió en horas de la mañana, sin presencia de la prensa y con aforo reducido. La cuenta de Instagram de la Corona británica informó que durante la ceremonia los miembros militares le rindieron un emotivo tributo al consorte de Isabel II, como muestra de respeto y en señal de condolencias hacia la reina británica.
Seguidamente, Isabel II acudió a un acto en el club de vela Royal Yacht Squadron donde estuvo compartiendo con un grupo de jóvenes marineros de la Fuerza Naval de la Realeza, de la que su esposo formó parte por más de dos décadas.
Preparativos para el funeral del príncipe Felipe
Los actos fúnebres del duque de Edimburgo han sido pautados para este sábado, 17 de abril, en la capilla del Castillo Real de Windsor. De acuerdo con lo reseñado por la agencia de noticias AP, la ceremonia contará con una asistencia limitada por las restricciones del coronavirus y se estima que solo 30 personas puedan congregarse en el templo.
Por otra parte, se espera que el traslado de los restos físicos del consorte de la reina de Inglaterra estén a cargo de un pelotón de marines de la Armada Real, de las Fuerzas Navales y un contingente de las Fuerzas Especiales Aéreas del Reino Unido, los cuales transportaron el féretro desde la Capilla de San Jorge, donde será velado, hasta el camposanto real de la Corona británica, en el palacio de Windsor.
