Reabren la herida: Máxima de Holanda y la peor pérdida de su vida

La nueva biografía de la reina relata la tragedia.
jueves, 29 de abril de 2021 · 06:30

La biografía "Máxima, más que Majestad", escrita por Rick Evers, muestra los entretelones de la vida de la reina de los Países Bajos desde su nacimiento hasta la actualidad. La presentación del libro es la antesala perfecta para el aniversario por los 8 años desde la coronación de Máxima de Holanda y del rey Guillermo I, que se cumplirán el 30 de abril próximo. Evers confirmó que Máxima ya tiene su ejemplar y seguro se habrá reabierto una profunda herida con el capítulo diez donde se relata la muerte de Inés, su hermana más chica, quien decidió quitarse la vida en el año 2018. 

"Luego de una llamada al 911, alrededor de las diez y cuarto de la noche de aquel fatídico miércoles 6, los oficiales de la Comisaría 11 rodearon la entrada de Río de Janeiro 228, el edificio de cincuenta y cuatro departamentos. Acompañados por dos médicos del Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME), la policía ingresó y cercó el séptimo piso", comienza el décimo capítulo de la biografía autorizada de Máxima dedicado a la peor tragedia que vivió la monarca en toda su vida. La Nación tradujo fragmentos del mismo que compartiremos a continuación. 

"Además de encontrarse con Inés muerta, tuvieron que atender a María (su madre), que se había desvanecido. Las luces de la policía alertaron a los vecinos y algunos bajaron a la calle para intentar encontrar respuestas", continúa el relato de Evers. Solo bastaron un par de horas para que la noticia se esparciera por doquier y llegara hasta Holanda, donde la nacida en Argentina decidió tomarse un avión con toda la familia real. 

"Los habitantes del edificio descubrieron esa mañana que la chica de perfil bajo, quien habitualmente cargaba una guitarra a su espalda, era la hermana menor de la reina Máxima de Holanda. El cuerpo fue trasladado a la Morgue Judicial para realizar la autopsia de rigor, y los resultados preliminares descartaron agresiones de terceros. En cuestión de horas la noticia dio la vuelta al mundo. Máxima no tenía consuelo", asegura el relato del especialista en realeza. 

Fue en "el vuelo 701 de la aerolínea KLM" que aterrizó en Ezeiza a "las cinco y veintiocho de la mañana del viernes 8 de junio de 2018", en el que los principales representantes de la Casa de Orange llegaron a la Argentina. El cementerio Memorial del Pilar fue el escenario del velatorio privado donde Máxima se esforzó por mantener la compostura y donde se despidió a Inés con su música favorita: Bob Marley y Bob Dylan. 

Un escueto comunicado oficial informó que la reina cancelaba toda su agenda para después emitir una segunda notificación donde Máxima remarcó estar "conmocionada y triste". El resto de la familia real regresó a los Países Bajos, pero Máxima se quedó para seguir de cerca la investigación y hasta se apersonó el lunes 11 de junio en la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N° 19, "interinamente a cargo de Cinthia Oberlander", como bien detalla Evers en su libro.  "Quería saber todo sobre las últimas horas de Inés", aseguró el periodista. 

Fuente: (Hola TV)

 

La actitud de Máxima de Holanda que llamó la atención

La biografía dedicada a Máxima tiene un apartado donde Rick Evers se permite llamar la atención sobre una actitud de la reina poco después del deceso de su hermana Inés. "Máxima citó a su madre y a sus hermanos en el restaurante Fervor. Su presencia en la exclusiva parrilla de Recoleta no pasó desapercibida, especialmente porque la reina Máxima llevaba un extravagante suéter de cachemir con puños de piel", detalla Evers.

Pero más allá del gusto estilístico de Máxima por los colores estridentes, algo que ya conocemos fue su decisión posterior lo que resultó llamativo para el especialista en la Casa de Orange. "Cuando Máxima ingresó al lugar, de reojo pudo ver que Juliana Awada también se encontraba en el lugar. La saludó y siguió hacia su mesa. Pero cuando terminó de comer con su familia, decidió compartir la sobremesa con quien entonces era la primera dama argentina, dejando a María del Carmen, Juan y Martín relegados". Además, Evers cuenta que la reina decidió viajar al Sur argentino inmediatamente para supervisar remodelaciones en la estancia que poseen allí.

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