La llamada misteriosa: Máxima de Holanda y el fantasma de la dictadura que vuelve

El escándalo puede tener consecuencias impensadas.
lunes, 5 de abril de 2021 · 16:40

Máxima de Holanda no tiene paz y este 2021 parece ser el más difícil para la reina de los Países Bajos. A los distintos escándalos que hicieron mella en la popularidad de la Casa de Orange, ahora se podría sumar un escándalo de consecuencias impensadas para Máxima y que promete seguir dando que hablar por lo inexplicable de la situación. Para entender la historia hay que retrotraerse al año 2007 cuando se llevaba a cabo una investigación por parte de Eurojust, una agencia que se encarga de facilitar la colaboración entre países en cuestiones vinculadas a delitos de lesa humanidad y la búsqueda de los responsables.

En ese entonces, Roelof Jan Mansholt, el entonces vicepresidente de la institución, recibió una extraña llamada donde le preguntaban por la "necesidad" de investigar a Julio Poch, un piloto argentino con pasaporte holandés de la empresa Transavia que fue señalado por sus compañeros por vanagloriarse de participar en los vuelos de la muerte durante la última dictadura militar argentina. La voz en el teléfono de Mansholt era de una mujer que aseguró pertenecer a la Casa de Orange y justificó su curiosidad en el hecho de que el tema "podría ser doloroso para Máxima", en ese entonces princesa. Cabe recordar que Jorge, el padre de Máxima Zorreguieta, fue ministro de Agricultura durante el gobierno de facto y por eso no pudo acudir al casamiento de su hija. 

"Mucho más doloroso fue para las víctimas arrojadas desde el avión y los familiares", dictaminó molesto Monsholt antes de solicitar un pedido por escrito que, obviamente, nunca llegó. Finalmente Eurojust se encarga de detener a Julio Poch tras el pedido de extradición argentino en el año 2008. El tema es que los Países Bajos y nuestro país no tienen convenio de extradición, por lo que la detención se dio mientras Poch se encontraba en Valencia en el año 2009. Recién en el año 2010 el piloto regresa a la Argentina y, tras estar en prisión, es declarado inocente en el año 2017. Sin embargo, varias acusaciones subyacentes que involucraron a Máxima llevaron a una investigación independiente cuyos resultados se conocieron hace poco más de un mes. 

Las acusaciones contra el gobierno de Holanda y la Casa de Orange en particular, llevaron al país a seguir investigando para saber si la nacida en Argentina tuvo que ver con ciertos retrasos y demoras para dar con Poch. El informe acusa "retrasos injustificados en el proceso de extradición, aplazamientos de las decisiones necesarias para llevar a cabo la detención o la declaración de un fiscal que aseguraba estar chocando constantemente contra una pared", informó El País.

 

La respuesta de Máxima

Tras la publicación del informe, el Servicio de Informaciones de los Países Bajos (RVD) salió al cruce de las versiones contra la reina Máxima: primero, se negó que la llamada tuviese un origen en la Casa de Orange, aunque dejó la puerta abierta a que si así fue "no tuvo consecuencias" porque Poch fue detenido finalmente y puesto en proceso judicial en Argentina. Se remarcó que tampoco se encontró registro alguno de la llamada ni nada relacionado a la misma. 

El Parlamento quedó dividido en dos: están quienes consideran que el tema ya está saldado (en ese grupo se encuentra el ministro de Justicia) y quienes exigen mayores explicaciones al Gobierno por la gravedad del hecho. Es histórico el compromiso de los Países Bajos con la lucha por los Derechos Humanos y su solidaridad con quienes huían de la represión militar.

Fiel a su estilo, Su Majestad no abordó la temática por su cuenta en ninguna de sus esporádicas apariciones en medio de la pandemia. Un contexto que fue notablemente desfavorable para la familia real, que no paró de protagonizar polémicas y escándalos. Esta vez, fue el fantasma de una época nefasta en su país natal lo que se encontró Máxima en el camino. 

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