"Mi roca, mi fuerza y sostén": el amor de la reina Isabel II por el príncipe Felipe

La reina Isabel II no es muy adepta a expresar sus emociones y los expertos indican que es una decisión estratégica para protegerse y cuidar a la Corona, institución a la cual entregó su vida. Sin embargo, hubo una persona por la cual rompió ese hermetismo y fue el príncipe Felipe, quien falleció hoy a los 99 años de edad.

Lord Charteris, exsecretario privado de Isabel II, analizó el matrimonio de la reina con el duque de Edimburgo y lo definió de manera categórica: "el único hombre del mundo en tratar a la reina como un ser humano, de igual a igual". Si bien Felipe recibió todos los beneficios que implica pertenecer a una familia real por casarse con la reina, también tuvo que aceptar renuncias que no fueron fáciles para alguien de su conocido carácter. Por ejemplo, que sus hijos no lleven su apellido.

Felipe conoció a la reina a los 18 años, cuando ella tenía 14. El futuro rey consorte del Reino Unido la acompañó, junto a la princesa Margarita, a recorrer el Dartmouth Naval College. Desde ese momento comenzaron una constante correspondencia que se mantuvo a lo largo de toda la Segunda Guerra Mundial.

Después de la guerra, Felipe obtuvo la autorización de rey Jorge VI para casarse con Isabel, pero antes debería renunciar a los títulos reales que tenía en Dinamarca y Grecia, como también adoptar el apellido Mountbatten de sus abuelos maternos para eliminar cualquier relación con la Alemania de su ascendencia. El 20 de noviembre de 1947 se casaron con la reina Isabel, en ese momento, apenas una veinteañera heredera al trono. Su Majestad siempre le reconoció el rol del duque de Edimburgo en su formación y reinado, al punto que rompió su protocolo para confesar sus sentimientos.

Es mi roca. Ha sido mi fuerza y mi sostén.

Fuente: (Hola TV)

Una honestidad brutal

La muerte del príncipe Felipe trajo a colación los innumerables momentos donde dejó frases que pasaron a la historia y pintaron su carácter de cuerpo entero. Por ejemplo, en 1998 recibió a un joven británico que viajó a Papúa Nueva Guinea y Felipe no tuvo mejor idea que dejar en evidencia un racismo explícito al preguntar "¿lograste que no te comieran?". 

En 1966 ya había hecho de las suyas cuando visitó República Dominicana y bromeó con los presentes diciendo "ustedes tienen mosquitos, yo tengo periodistas". Ni hablar cuando un niño le respondió que de grande quería ser periodista y el duque de Edimburgo le aseguró que estaba "demasiado gordo para volar".