"Ángel lo sabía y no lo dijo": Connie Ansaldi reveló lo impensado
La periodista detalló cómo hizo para superar la situación.
Connie Ansaldi estuvo como invitada en "Los Ángeles de la Mañana" y dio una extensa entrevista donde habló de todo. Sin embargo, la atención la robó la declaración de la periodista donde aseguró que sufrió coronavirus en completo silencio para no preocupar a su abuela.
Otro detalle sorpresivo fue que la conductora de 47 años fue voluntaria para una vacuna contra la COVID 19 y al dar positivo, le revelaron que recibió una de las dosis y no un placebo. Lo que ocurrió fue que las nuevas cepas del virus son más potentes que las primeras versiones y algunas de las vacunas perdieron un porcentaje de efectividad.
Connie relató cómo le avisaron que todas las personas vacunadas contra el coronavirus podrían necesitar una tercera dosis de refuerzo frente a las variaciones que sufrió la enfermedad. Más allá de esa particularidad, Ansaldi llamó la atención del laboratorio por la enorme cantidad de anticuerpos que generó. "Lo norma es 50 y yo tengo 39 mil" aseguró la speaker.
La expanelista de "LAM" sufrió de coronavirus al mismo tiempo que Ángel de Brito y tuvo varios síntomas. Perdió el olfato, el gusto y atravesó un terrible cansancio corporal. Connie siguió con las sorpresas al confesar que el conductor de El Trece lo sabía y respetó su pedido de mantener el secreto.
Ángel lo sabía y no dijo nada.
El entrenamiento de Connie Ansaldi para recuperar el olfato y el gusto
Connie Ansaldi sufrió el coronavirus y perdió "de un segundo a otro" no solo el olfato sino también el gusto. En "Los Ángeles de la Mañana" reveló que, por prescripción médica, realizó una serie de ejercicios para recuperar rápidamente los sentidos que se pierden generalmente al contraer el virus. "Me dieron ejercicios para recuperar el gusto y el olfato. Para el COVID tenés que ejercitar con sabor y con olores fuertes. Por ejemplo, uno que todos tenemos en nuestra casa es café. Agarras el grano o el café molido y te lo ponés un minuto en la nariz. Obviamente no lo vas a oler, porque yo no lo olía, pero al cerebro sí entra" detalló Connie, quien está haciendo un curso de "biohacking", una disciplina que busca la armonía del ser humano a través de varios pilares fundamentales.
