“Iluminaste mi vida”: el tierno posteo de Mariano Iúdica que puso a llorar a todos

El locutor se sinceró en sus redes sociales sobre el amor que tiene por uno de sus hijos.
martes, 17 de agosto de 2021 · 10:18

En una reciente publicación de Instagram, el conductor de televisión Mariano Iúdica compartió un emotivo posteo en homenaje a su hijo, en el día de su cumpleaños. En su descargo, el presentador dejó en claro que tiene una estrecha relación con el adolescente y abrió su corazón al declarar todos los sentimientos que le genera ver crecer a su retoño.

“Feliz cumpleaños, hijo mío. No hijastro, ni adoptado, ni del corazón. Hijo, porque nos elegimos para ese vínculo. Parece que fue ayer que llegaste a casa asustado, mudo y desconfiado, con 10 años”, comenzó el locutor, en referencia a cómo comenzó la historia que comparten, y siguió: “Pero iluminaste mi vida y la de toda mi familia, con tu sonrisa gigante y tu corazón noble”. 

“Te acoplaste milagrosamente con tus hermanos y aceptaste las reglas de tu nueva vida familiar, con todo lo bueno y todo lo malo. Terminaste el secundario, vas muy bien en la facultad, laburás con pasión cuidando el negocio familiar”, continuó su descargo Iúdica y concluyó: “Entrenás y brillás jugando al fútbol, en tu querido Club Trovador, el que te dio los amigos que tanto te quieren y amás. Sos cada vez mejor personaje, mejor hijo, mejor hermano y mejor amigo. Te amo con todo mi corazón y te admiro. Gracias por entrar en nuestras vidas”.

Iúdica consiguió más de mil likes en su publicación, donde compartió imágenes junto con su familia.


Emotiva anécdota

Después de haberse aplicado la segunda dosis de la inoculación contra el coronavirus, Iúdica relató que su hijo lo contuvo cuando se sintió mal. “Yo la verdad que hoy en cualquier momento caigo redondo acá, me di la segunda dosis y me hizo mal. Pero pasó algo muy loco y es que me llevó mi hijo, Salvador, que hasta ayer era un nene que dormía con los dedos dentro de la boca. Hoy me acompañó y me contuvo”, relató.

“Me sentí como cuando yo lo llevaba al colegio. ¡Me sentí un viejo choto! Primero habíamos ido a renovarle el documento a Salvador, para que se pueda vacunar él, y después yo ya tenía el turno para vacunarme. Le dije que se fuera a casa, pero él me quiso acompañar. Para mí es chiquito, pero hoy lo sentí grande”, concluyó.

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