Suculentas: cómo preparar el mejor sustrato para que crezcan saludables

Pandemia, conciencia medioambiental y decoración sustentable ayudaron a que el amor por las plantas creciera de forma exponencial. Y, en ese contexto, las suculentas cobraron una importancia superlativa, sobre todo, entre los jardineros con menos experiencia.

Estas plantas necesitan poco cuidado en el riego aunque, según los expertos, no crecen saludables si no se les dedica tiempo a la preparación del sustrato. El terreno donde vivirán las suculentas es fundamental para que crezcan saludables.

En ese sentido, indican que hay algunos secretos para que las suculentas se desarrollen en todo su esplendor. Pese a que su amplia adaptabilidad les permite desarrollarse en condiciones secas o de poca agua, hay que reparar en la tierra y los nutrientes.

El sustrato de esta especie vegetal debe estar lo suficientemente fortalecido para que le sirva de anclaje y que permita un adecuado crecimiento de las raíces. Por eso, se recomienda que esta base cuente con determinados elementos.

Uno de los secretos caseros para un buen sustrato consiste en una taza o dos de residuos de café, restos de césped, tierra y hojas de todo tamaño, además de carozos de frutas y restos de verduras. Si con esto no funciona, hay otro tipo de remedio más fuerte.

Entre las propuestas que dan los jardineros especialistas, sugieren armar un sustrato que tenga 30% de arena de jardín, 30% de fibra de coco para suculenta, 30 % de perlita y 10% de humus para suculentas. En este caso, se aporta consistencia, humedad, drenaje y nutrientes.

Evitar el encharcamiento

Uno de los datos que hay que tener en consideración para lograr que las suculentas crezcan en buenas condiciones es evitar a toda costa que se encharque el lugar sustrato porque eso hará que las raíces se pudran y muera.

En tal sentido, es importante formar una mezcla que aporte oxígeno y también que no esté apelmazada. Para ello, otro recurso es usar 50% de arena de río gruesa y previamente lavada y 50% de sustrato universal. El primero actúa como drenaje y el segundo aporta nutrientes y humedad.