HERNÁN DRAGO
Así es la fastuosa casa de Hernán Drago que obtuvo un premio internacional por su diseño
El modelo posee junto a su exmujer, que es arquitecta, una propiedad ubicada en Nordelta.
Viajero incansable, Hernán Drago es de aquellas celebridades que habitualmente recorre destinos turísticos en plan de descanso y también por compromisos laborales. Sin embargo, a la hora de relajarse, elige hacerlo en su residencia de Zona Norte.
El modelo convive con la arquitecta Bárbara Cudich, quien es su expareja y la madre de sus hijos, en una casa que no solo mantiene un diseño de vanguardia, sino que además obtuvo un premio internacional. Hernán Drago disfruta de sus ambientes elegantes y su gran vista al río.
Hernán Drago posee una imponente propiedad ubicada en Nordelta. En un amplio terreno, se encuentra la edificación de 510 metros cuadrados y dos plantas. Es considerada una de las joyas arquitectónicas del lugar por su imponente diseño.
En cada uno de los ambientes de la residencia del integrante de “Bienvenidos a Bordo”, abundan los grandes ventanales y todos los espacios tienen un fuerte vínculo con la naturaleza. Desde cada rincón de la casa, se ve el parque, que está a orillas de un recodo donde se une un riacho con una laguna.
La estructura de la casa está construida con hormigón y madera, pero posee un jardín interno que conecta los ambientes. El vínculo con el verde se da también en el quincho semicubierto y en la piscina de grandes dimensiones.
Además de que los vecinos de este barrio toman como referencia la casa de Drago para definir el buen gusto en materia edilicia, también tiene reconocimiento internacional: recibió una mención de honor en los Architecture MasterPrize (AMP).
Una vivienda para todos
Mucho se habló en su momento acerca de cómo podía ser que Hernán Drago, quien se separó de la mamá de sus hijos hace un par de años, conviviera con ella y con los chicos. Sobre todo en pandemia, mostró algunas fotos de los cuatro integrantes de la familia en clara armonía.
Según reveló en su momento: "Tenemos una casa muy grande y la idea es venderla para que el día de mañana cada uno tenga su lugar. Pero, bueno, con esto de la cuarentena no podemos hacerlo, entonces decidimos convivir porque nos llevamos muy bien nosotros y con nuestros hijos”.
