SUCULENTAS

Mis suculentas están feas y enfermas: tips para salvar nuestras plantas

Las crasas requieren ciertas condiciones para no tener las hojas estiradas y deslucidas.
jueves, 27 de octubre de 2022 · 12:42

Si hay algo que se destaca de las suculentas es su vigor, su turgencia y, sobre todo, la carnosidad en sus hojas y tallos. Sin embargo, puede pasar que sufran algunas enfermedades que las hacen ver feas y deslucidas.

En los casos en que las suculentas no muestran su mayor esplendor, habrá que prestar atención a algunos síntomas en particular. Una de las formas más fáciles de detectar si nuestras crasas están enfermas es por la observación de la etiolación o estiramiento.

Tallos largos son señal de alarma. 

Elegidas generalmente por aquellos que se inician en el arte de la jardinería, porque no requieren tanta atención, es importante saber que es necesario ubicar las suculentas en un sitio con iluminación solar directa, ya que sino, se verán afectadas.

Una de las señales de que nuestras plantas pueden tener un déficit en la luz se da por la etiolación, proceso por el cual se estirarán los tallos y las hojas se verán más pequeñas y de un color amarillo pálido.

Habrá que cambiarlas de ubicación cuando no estén bien verdes. 

Ante esta situación, deberá apelarse a un cambio drástico del lugar donde está ubicada. Será imprescindible llevarla a una zona con más iluminación solar. A partir de ese momento, comenzará a crecer en armonía, aunque no se podrá revertir el crecimiento desparejo.

Se sugiere retirar las hojas que crecieron en las ramas estiradas hacia arriba; que sea de esta manera no es arbitrario: si se retiran de este modo, se podrán usar para crear nuevos brotes.

El estiramiento es sinónimo de poca luz. 

 

Un corte drástico

Aunque nos apene, si las suculentas muestran un marcado estiramiento, será absolutamente necesario cortarle la parte superior. Además, habrá que dejar entre dos y cuatro centímetros de tallo para poder plantarla.

Todo se transforma: las hojas de tallos alargados sirven para esquejes. 

Una vez que se planta el tallo con la nueva suculenta en un sustrato que tenga buen drenaje, será importante colocarla debajo de luz solar hasta que la raíz se arraigue. Este proceso puede demorar entre dos y tres semanas.

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