Por qué algunos gatos no soportan el agua

Es una de las mascotas más habituales en cualquier hogar y aparte de que son una excelente compañía, los gatos suelen mantener un cierto misterio, especialmente, aquel que se refiere al motivo por el que no les gusta demasiado el agua.

Tal como menciona la bióloga y divulgadora científica Evelyn Segura para RTVE, su odio al agua tiene que ver con el origen de los gatos, que se remonta al Oriente Medio, una zona desértica donde el líquido no abunda. En ese dato, se revela este interrogante sobre los felinos.

Según dicen los expertos, no es que los gatos le tengan miedo al agua, sino que desconfían de ella porque en su ambiente natural, donde se desarrolló el crecimiento de esta especie, no había. En resumen, no les gusta por una cuestión de naturaleza.

Cabe destacar que ciertos animales no solo no le temen, sino que suelen sentirse a gusto en el agua. Tanto es así que les encanta ingresar a un río o a un lago, como es el caso de los tigres, que cuando nadan, sacan la cabeza fuera.

En cuanto a la higiene, no es que no les guste el agua y por eso algunos consideren que huyen de la limpieza. Todo lo contrario, estos ejemplares del género felino saben muy bien cómo estar siempre impecables.

A menudo, suele verse cómo los gatos se limpian a sí mismos con la lengua y pueden mantener sus uñas afiladas con un sistema de manicura particular, ya que las raspan contra paredes o muebles y eso les permite estar con las garras siempre bien afiladas.

Curiosidades de nuestros amigos

Posiblemente, los gatos sean de los animales con más cantidad de curiosidades. Una de ellas es que en el Antiguo Egipto si un gato familiar moría, todos los miembros de la familia se depilaban las cejas en señal de duelo.

Por otra parte, se conoce que el maullido de los gatos solo es emitido para comunicarse con los humanos y que sus fosas nasales tienen 19 millones de terminaciones nerviosas. Las del ser humano solo tiene cinco millones.