Suculentas: consejos para que la corona de Cristo crezca bella en el jardín

Suele estar sobre todo en los jardines antiguos y espaciosos. Esta suculenta es una de las más originales, ya que no solo tiene hojas, sino también talla con grandes espinas y flores de color rojo intenso que remite a la pasión.

Se trata de la suculenta conocida como corona de Cristo o corona de espinas de Cristo, aunque otros la conocen por su nombre científico Euphorbia mili. Esta crasa es originaria de Madagascar y, por tanto, acostumbrada a climas tropicales.

En tal sentido, la suculenta requiere mucha luz y no le gusta demasiado el frío. Por su condición, requiere de muy pocos cuidados, pero es inevitable recordar que aquellos que tengan una deberán ofrecer buen drenaje para que no se encharque.

La característica principal de esta planta es que sus ramas están cubiertas por espinas que terminan en hojas verdes ovaladas. Las flores aparecen durante casi todo el año y pueden ser rosas o rojas, sin embargo, hay variedades en tonalidades blancas o amarillas.

La ubicación indicada es al sol directo. No obstante, si no está en el jardín y se decide colocarla.en algún espacio interior habrá que elegir sitios con mucha luz natural, sino perderá muchas de sus flores y el periodo de floración se acortará considerablemente.

Cuando esté en alguno de los rincones del hogar será conveniente rotar la maceta para que la planta reciba por igual la luz natural. Si eso no ocurre puede pasar que crezca de manera desigual. La humedad del lugar tiene que ser mínima.

Temperatura justa

Si bien todo indica que esta suculenta es una de las más sencillas de cuidar, habrá que tener en cuenta que el verano es su mejor mes, pero durante los inviernos, tendrá que evitar las heladas porque le sienta muy mal.

Respecto al suelo, se recomienda que el sustrato sea el indicado para cactus. El pH ideal del suelo debe situarse entre 6,0 y 6,8. Pero lo importante es el drenaje, que debe ser lo suficientemente poroso para que no retenga ni el agua ni la humedad.