FENG SHUI
Cómo ubicar los muebles de acuerdo al Feng Shui y lograr armonía en nuestro hogar
Según esta filosofía oriental, la decoración es básica para mejorar la energía.La decoración de una casa no solo tiene que ver con el buen gusto. En muchos casos, para que la energía esté en equilibrio y la armonía reine en cada uno de los sitios del hogar, es recomendable guiarse por el Feng Shui.
Esta es una antigua disciplina oriental que se define como el arte de armonizar el ambiente para favorecer el propio bienestar del individuo y su armonía, con el viento (feng) y el agua (shui). El Feng Shui se nutre de la cosmogonía de China y marcas ciertos puntos a tener en cuenta.
Entre los puntos que más destacan a la hora de decorar la casa, si sigue el Feng Shui, es el uso adecuado de los espejos. Uno de los consejos es que se recomienda no tener espejos fragmentados porque desdibujan la imagen y generan desorientación en términos energéticos.
Un lugar indicado según esta metodología china para los espejos es que sea frente a la cama o encima de ella. Se dice que al verse uno mismo reflejado, puede estimular el chi (energía vital de los seres vivos) durante toda la noche.
Por otro lado, el dormitorio debe contar con una iluminación adecuada que sirva para crear un ambiente relajado. Se sugiere evitar el rojo, naranja y morado y deben seleccionarse los tonos suaves y maderas claras.
En cuanto al comedor, deberán ubicarse los muebles de manera correcta porque, según el Feng Shui, es el lugar de la casa donde se alimenta el alma. No debe haber nada que perturbe el momento de la alimentación, por lo que desaconsejan los televisores.
Adornos y objetos de decoración
Entre los puntos que destaca el Feng Shui, hay un elemento que es básico para la cultura oriental y que, además de lindo, proporciona un sonido único y agradable. Se trata de las fuentes en las que el agua corre y ayudan a la relajación.
Para los orientales, el agua que corre es símbolo de vida y purificación. Al tener una fuente en la casa lo que se logra es espantar las energías negativas que uno trae desde la calle y que pueden acumularse en casa.