Por qué lavar el pollo es uno de los riesgos más graves para la salud

Es muy común y sobre todo después de la pandemia, que mucha gente haya sumado el hábito de lavar las verduras y las frutas una vez que llega del mercado. Sin embargo, hay una costumbre que creció en este tiempo que no está recomendada: lavar el pollo crudo.

Así como tener a mano lavandina para lavar los productos envasados es algo saludable, contrariamente, el hecho de lavar un ave cruda atenta contra nuestra salud y la de nuestra familia. No es aconsejable lavar el pollo porque puede originar enfermedades graves.

El motivo principal por el que no se debe lavar el pollo y ponerlo bajo el chorro de agua es porque hay serios riesgos de provocar la contaminación cruzada. Esto se debe a que con el agua se pueden esparcir microorganismos que son capaces de originar algunas enfermedades mortales, como la salmonella.

Al respecto, Gemma del Caño, que es una farmacéutica experta en industria alimentaria y divulgación, informó a través de una de sus publicaciones acerca de este tipo de carnes blancas: “Ya no comemos como antes, ¡y menos mal!” e insiste en que no se deben lavar las carnes porque se originará una contaminación.

En el mismo sentido, Uelinton Pinto, profesor de Microbiología del Centro de Investigación en Alimentos de la Universidad de São Paulo (FoRC-USP), explicó para BBC Brasil que la manera de eliminar las bacterias “es a través del proceso de cocción".

Por eso, los expertos insisten en que es clave cocinarlos en su punto justo. El centro del pollo debe alcanzar al menos 70 °C. De este modo, la mayoría de los microorganismos son eliminados.

Un mal difícil de combatir

Uno de las enfermedades que puede transmitir el pollo es la salmonella. Se trata de una bacteria que se puede encontrar en varios alimentos, como en las carnes de pollo, vaca, cerdo, en huevos, frutas, vegetales y hasta en los alimentos procesados.

Por lo general, los alimentos que se contaminaron con salmonella tienen una apariencia, sabor y olor normales. Por esto, es importante saber cómo prevenirlo, sobre todo con higiene, cuidados en la manipulación y una correcta cocción.