ANALÍA FRANCHÍN

Así es la casa de campo que Analía Franchín tiene en Capilla del Señor

La panelista pasa muchas horas en la huerta y el jardín que tiene en la residencia.
lunes, 12 de diciembre de 2022 · 08:00

Es una de las panelistas estrellas del momento y sus apariciones marcan polémica. Pero más allá de la televisión, Analía Franchín se da tiempo para disfrutar de la residencia familiar que tiene en Capilla del Señor.

La integrante del debate de “Gran Hermano”  comparte su vida con su pareja Sebastián Eskenazi y su hijo de 9 años, Benicio. Además de la casa en Capital, poseen una lujosa residencia de campo donde Analía Franchín divide su tiempo entre el jardín y la huerta.

Para cocinar se nutre de los productos de su huerta. 

La casa de Analía Franchín está ubicada en el partido de Exaltación de la Cruz, localidad donde también habita Lilita Carrió. Es el lugar perfecto para la desconexión y para poder gozar del aire libre con su hijo y su mascota.

En la parte interior de su hogar, la amiga de Vero Lozano decoró cada ambiente con estilo personal y elegante. Pegado al ventanal, colocó un cómodo sillón exclusivamente para su perro, sobre el que puede recostarse y descansar.

Madre e hijo adoran a los animales. 

Es tal el amor que Franchín tiene por los animales que decoró su habitación con cuadros y pinturas alusivas a la temática de los caballos, una especie a la que admira muchísimo. Es un dato importante, ya que su hijo heredó ese amor, por lo que es un buen jinete.

Tras su paso por “Masterchef”, la cocina se convirtió en otro de sus sitios predilectos. Tanto en la del certamen como en la de su casa porteña, dedicó muchas horas para agasajar a su familia y, además, para practicar.

La habitación es elegante y siempre está ordenada. 

 

Campo y disciplina

Más allá de que la casona de campo que tiene Analía Franchín es su lugar de descanso, allí también vivió tensos momentos durante la cuarentena obligatoria porque impuso un régimen muy estricto, tanto que hacía sonar la campana a las 8:00 de la mañana.

Tiene un gran espacio con árboles. 

"Estamos en el campo. En cuarentena tenemos momentos de amor y de odio. Los momentos en los que exploto son cuando mi hijo no me da bola para hacer la tarea y a mí me gusta el rol de maestra”, explicó en su momento tras su obsesión por madrugar.