PLANCHAR

Secretos fáciles para no tener que planchar la ropa nunca más

Con ciertos consejos, es posible olvidarse de repasar las prendas después del lavado.
jueves, 15 de diciembre de 2022 · 15:57

Muchos son los que no tienen una particular simpatía por planchar. Esta tarea que demanda tiempo y que suele ser molesta, sobre todo, en los días que hace calor puede revertirse con algunos sencillos trucos.

Esta labor doméstica no se encuentra en el top five de las acciones más divertidas de la casa. Por el contrario, planchar es algo tedioso y, por eso, muchos optan por otros recursos para llevar la ropa sin arrugas.

Se recomienda no poner muchas prendas en el lavarropas. 

Un consejo que se da para llevar la ropa ordenada sin tener que planchar se inicia en el lavarropas. Para no hacer esta tarea, lo primero será colocar bien las prendas y evitar llenar demasiado el lavarropas, así no esté presionada.

Otro punto a tener en cuenta para evitar cumplir esta tarea hogareña es no centrifugarla muchas veces. Aunque las prendas saldrán más húmedas, no tendrán tantas arrugas. En lo que se refiere a los tejidos, lo ideal es no mezclarlos porque habrá algunos más pesados que otros.

Se puede usar el vapor de la ducha. 

También la chance es prestar atención y no pasarla por la secadora, sino secarla al aire porque de este modo tendrá menos arrugas. Si no hay opción, lo que se recomienda es elegir los programas adecuados, según el tipo de tejido.

También se puede usar un recurso antiguo pero no por eso menos eficaz. Si se emplea secadora, una vez fuera, hay que doblarla rápidamente mientras mantenga calor. Este actuará como una plancha si se doblan las prendas correctamente.

El vapor es clave a la hora de dejar bien planchada una prenda. 

 

Métodos más drásticos

Si la intención es no planchar nunca más, entonces habrá que apelar a todo tipo de opciones. Una de las más llamativas es usar hielo. Antes de poner en marcha la lavadora, colocar cubitos de hielo y el calor del aparato los convertirá en vapor.

Una opción es doblarla ni bien la sacamos de la secadora. 

Este es un efecto similar al que se produce al colgar las prendas en perchas y luego en el barral del baño mientras nos damos una ducha. El vapor de agua que se genera hará desaparecer las arrugas.

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