SUCULENTAS

Suculentas: siete consejos para que la Agave attenuata crezca bella y sana en nuestro hogar

Es una de las crasas más requeridas, sobre todo en sitios con climas cálidos.
lunes, 19 de diciembre de 2022 · 11:41

Todas las suculentas son favoritas en materia de jardinería, pero hay algunas que tienen más adeptos que otras. Una de las más populares es la Agave attenuata, que crece mejor en climas calurosos y que requiere de ciertos tips para ser la estrella del hogar.

Esta suculenta crece muy bien cuando se le prepara un sustrato con buen drenaje. También si se la coloca en algún rincón en el que tenga luz directa. Sin embargo, esta crasa es tan versátil que puede tolerar sombra.

Su gran tallo permite que tenga una altura considerable. 

Uno de los principales problemas que tiene esta suculenta es el exceso de riego, algo que puede llevar a que se pudran las raíces o a que, directamente, pierda total vitalidad y haya que cortarla.

Esta variedad de carnosa es originaria de los desiertos del norte de México y el sur de los Estados Unidos. Se caracteriza por su tallo corto, hojas puntiagudas, grandes y con espinas en los bordes.

Deberá tener un sustrato arenoso y con buen drenaje. 

Un dato que llama la atención de esta especie es que puede alcanzar una altura de entre 50 y 75 centímetros y puede dar flores blancas, en racimos, que se abren durante la primavera y que son muy largas y vistosas.

Para que esta planta crezca sana y bella, hay que tener en cuenta que es muy sensible al frío y no soporta heladas. Puede tolerar eventualmente temperaturas por debajo de 0 grados, aunque lo ideal es que se cultive en lugares con temperatura promedio de entre 23 y 28 grados.

En sus hojas, guarda la humedad que necesita para vivir. 

 

Luz y riego ideales

Para que esta suculenta se desarrolle, será imprescindible que tenga, por lo menos, 5 o 6 horas de sol. Si se tiene en maceta, será aconsejable ubicarla en un entorno con mucha luz, pero sin exposición directa a los rayos solares.

Es una de las plantas más pedidas en los viveros. 

Respecto al riego, por su origen en zonas desérticas, se adapta muy bien a entornos muy secos y con pocas lluvias. En sus hojas acumulan la humedad necesaria. Esta variedad se debe regar una vez por semana en verano y cada 15 días en los meses de otoño e invierno.

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