Trucos y técnicas para obtener un bronceado perfecto y que no dañe la piel

Con la llegada del verano, se avivan los deseos y las ganas de tener un buen bronceado. Es cierto que es uno de los símbolos de belleza, pero, a la hora de evaluarlo con el prisma de la salud, se sugiere extremar cuidados debido a los rayos ultravioletas.

Los expertos en piel argumentan que así como nos protegemos de las enfermedades con barbijos o vacunas, algo similar se debe hacer con el bronceado. Tener la piel morena trae otras consecuencias si no se hace con un filtro y aftersun.

Algunas de las costumbres que se tenían a la hora de querer estar bronceados se desterraron, sin embargo, hay que seguir ciertas normas para que podamos disfrutarlo y no padecerlo.

Un consejo que brindan los profesionales acerca del dorado en la piel es que hay que usar cada mañana un sérum de vitamina C. Se deberá poner unas gotas de esta debajo del protector solar.

Por otro lado, hay que valorar la protección invisible, sobre todo para el rostro. Existen algunos filtros en forma de aceites secos o polvos que permite tener la cara cuidada y que, además, dejan una piel mate pese al calor.

Otra sugerencia es que nunca se vaporiza con agua. Esto se debe a que al estar mojado, se crean superficies reflectantes al agua, la arena y la hierba. Mojarse implica tener que reaplicar el protector solar.

Óleos para estar mejor

Entre los principales consejos que dan los dermatólogos para un bronceado ideal es que siempre hay que usar aceite para el cuerpo y, en todos los casos, tiene que tener fotoprotector, según afirman desde la Academia Española de Dermatología y Venereología.

Además, se recomienda llevar unas toallitas antisal en el bolso para secarse, volver a pasar protector y quitar la sal del cuerpo si nos metemos en el mar. Y cada noche, con un reparador, hay que proteger la piel de los daños que le causó el sol.