CON ESTILO

Así es la megamansión de Sole Pastorutti donde vive junto a toda su familia

La vivienda de la popular cantante se encuentra al ingreso de la localidad de Arequito.
domingo, 20 de febrero de 2022 · 20:00

Recorre el país con sus canciones, se instala en Buenos Aires cuando sus compromisos laborales lo requieren, pero su hogar, allí donde habita con su familia y donde quiere volver, es en su pueblo natal. Soledad Pastorutti habita en una lujosa casa en Arequito.

La cantante popular quiere volver siempre a pasar los días en el ambiente rural. Y no es cualquier parte: Soledad Pastorutti construyó una amplia casa con parque y piscina en el mismo terreno en el que viven sus padres y su hermana.

La vida en familia es uno de los pilares para Sole. 

Soledad Pastorutti es una fiel devota de las costumbres de su infancia y es así como quiere que se críen sus hijas, Antonia y Regina. Tanto es así que vive en el mismo pueblo donde nació y manda a las niñas a una escuela pública en su barrio.

La casona de la jurado de “La Voz Argentina” se encuentra en el mismo terreno donde tienen casa sus papás, Omar y Griselda, y su hermana, Natalia. “Es como un zoológico”, lo describió su hermana menor. Allí tienen también cabras, perros y caballos.

En su casona, las mascotas son parte del entorno. 

Soledad defiende en cada oportunidad su elección porque es allí donde se siente una habitante más, ya que todos los vecinos la conocen desde pequeña. “Me siento cómoda acá. Me voy al gimnasio en bicicleta. Nunca viviría en Buenos Aires”, dijo.

El terreno cuenta con gran cantidad de metros cuadrados al aire libre para que sus niñas estén en contacto con la naturaleza. “Se suben a los árboles y juegan en el barro como lo hacía yo”, explicó Soledad.

Como cuando ella era una niña, Sole comparte con sus hijas los juegos al aire libre. 

 

Una vida cómoda y en familia

Si hay algo que destacan las redes sociales de la vida que tiene Soledad Pastorutti en la localidad santafesina es que viven muy apegados a la familia. En esa casa hay un lugar especial para que Jere, su marido, acondicione el motorhome.

Aunque esté de gira, siempre vuelve a su hogar, donde se siente feliz. 

“Viví casi dos años en Buenos Aires en la semana y los fines de semana volvía al pueblo. Como los estudiantes. Nos casamos sin tener nuestra casa terminada y, al principio, vivimos en la casa de mis viejos”, recuerda Sole del inicio de su pareja.

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