Para disfrutar: cuáles son los cinco frutos más ricos de Neuquén

Si hay algo que destaca a la Patagonia argentina y dentro de ella a Neuquén es la gran variedad de frutos que muestran su esplendor en medio del paisaje y que además sirven para elaborar delicias y algunas medicinas para la salud.

Este es el caso de varias plantas que crecen en esta provincia del sur argentino, de las que se cosechan sus frutos cada verano. Entre los más sabrosos y particulares de Neuquén se destacan el maqui, la murta, el calafate, el piñón y la rosa mosqueta.

Los pueblos originarios de Neuquén, por su parte, conocen los beneficios para la salud de los frutos locales. Pues, entre las costumbres más recurrentes estaba la de recolectar maqui. Lo hacían los niños, que luego de comerlos quedaban con la cara pintada de púrpura.

Actualmente, la gastronomía lo incluyó y se pueden hacer tortas maqui, se lo usa como colorante natural en la panadería, se le puede sumar a dulces, mermeladas e incluso algunos lo agregan a la mayonesa, para acompañar carnes o pescados.

Por otro lado, el calafate es otra de las frutas que reina en el universo de sabor de este territorio austral y la acompaña una leyenda que dice que el pruebe uno siempre volverá a recorrer el paisaje patagónico.

La murta es otra de las opciones, ya que al ser muy aromática se parece al arándano. Cuenta la historia que la reina Victoria quedó tan cautivada por este manjar sudamericano que lo hizo cultivar en Cornualles, en el siglo XIX.

Historia y plaga

Entre las plantas que se ven por rutas y parajes en Neuquén, la rosa mosqueta es otra muy característica. Traída por los suizos, se convirtió en plaga pero con el tiempo se aprendió a aprovechar su fruto para dulces y aceites esenciales en cosmética.

Y por último, el piñón, fruto de la araucaria. En ciertos lugares de la provincia, como Villa Pehuenia, se cosecha y con él se elaboran desde patés hasta harina para sumarle al pan. Otros lo comen como fruto seco y resulta sumamente sabroso.