ÁNGEL DE BRITO
La razón por la que Ángel de Brito está enojado con su programa
El conductor del ciclo de América TV se confesó con sus seguidores acerca de su fastidio.Por estos días, es visible el enojo que tiene Ángel de Brito. Algunos argumentaron que tenía que ver con alguna situación personal, ya que había rumores de crisis en su pareja, pero finalmente fue él mismo, en sus redes, quien admitió el motivo de su fastidio.
La respuesta a todas las inquietudes llegó cuando el conductor de “LAM” se sinceró en las redes y confesó por qué estaba tan enfadado con su programa. Ángel de Brito está muy disconforme por la forma en que salen cada noche.
Al respecto, una vez más, Ángel de Brito utilizó el recurso de las preguntas de Instagram para dar a conocer su versión. En una de las consultas, se le preguntó si estaba enojado con su programa o con el canal y dio una respuesta categórica: “LAM”.
Además, en varios de los posteos usó la palabra “horrible” para referirse a las últimas ediciones de “LAM”. Incluso, el periodista de espectáculos llegó a decir que eran “horribles”, pero que ni aun así están tan malos como el resto.
Durante los últimos programas, hubo muchas quejas de los seguidores que le reclamaban porque no estaban conformes. Entre los seguidores, incluso hubo quienes criticaron a las angelitas por la forma en que tratan a veces a los invitados.
Todo hace suponer que, tras esta declaración formal, el conductor pondrá especial atención y tratará de mejorar cada uno de los envíos. Por ahora solo se limitó a hacer esta especie “mea culpa”.
Enemigos eternos
Entre las consultas que le hicieron a Ángel de Brito en las redes, uno de las más repetidas fue con cuál de sus colegas no volvería a trabajar más. Ante la consulta, el conductor decidió que podía ser franco y armó su top 3: "Majul, Silvestre y Canosa".
Para muchos fue una verdadera sorpresa ver entre los menos queridos por Ángel a Majul. Es por eso que la repregunta no se demoró y alguno de los seguidores le preguntó: "¿Qué pasó con él? A lo que él respondió: “Nada, pero son gustos".