SUCULENTAS
Secretos para armar un jardín de suculentas y no fracasar en el intento
Los expertos en crasas brindan tips para recrear un rincón exclusivo de plantas carnosas.Ya se sabe que tanto las suculentas como los cactus son las plantas más populares de los últimos tiempos. Aunque se pueden cultivar en el exterior de la casa, muchas de estas son indicadas para los ambientes internos de nuestro hogar.
Para armar un jardín de suculentas, solo hace falta atención y encontrar un sitio con la luz de sol indicada. Lo que se recomienda inicialmente para preparar un rincón de crasas es tener una ventana orientada al sur, oeste o este sin obstrucciones.
No hay que bajar los brazos si en la residencia no hay una con estas características para cultivar nuestras suculentas. Existen opciones atractivas, como luz LED para plantas de escritorio, estantes altos o carros que permiten trasladarlas para que tengan su momento iluminado.
En relación con el sustrato, es imprescindible que se use tierra y mezcla especial para plantas carnosas. Esta combinación permitirá un drenaje rápido y correcto, lo que ayudará a reducir el riesgo de que se pudran las raíces con un riego excesivo o encharcamiento eventual.
Las macetas juegan un papel preponderante, ya que deberán contar con orificios de drenaje que sean apenas un poco más grandes que las raíces de las suculentas. Muchos aconsejan no regarlas, sino dejarlas en un plato con agua y sola se encargará de absorber cuando lo necesite.
Se recomienda regar a fondo si los dos primeros centímetros de tierra de la superficie están secos. En caso de que llegara a quedar exceso de líquido en el plato de drenaje, luego del riego, será importantísimo verterlo.
El riego adecuado
Entre los puntos más salientes a la hora de armar un jardín de suculentas es recordar que, para regar, solo debe hacerse sobre el sustrato. Es importante evitar que se acumule agua en la roseta de hojas o el grupo de tallos espinosos porque pueden provocar la pudrición.
Para ello habrá que tener una regadera con pico largo y angosto que le permita llegar hasta abajo de las plantas y mojar solo el suelo. De acuerdo con las estaciones del año, se deberá reducir el riego, más aún si las hojas se tornan amarillas.