No tires los restos de las velas y prepara este excelente repelente casero de mosquitos

En el afán de correr a los mosquitos que se acercan a tu jardín y entran a tu casa, deberás crear tus propios repelentes para no gastar tanto en productos químicos y también para proteger tu salud de posibles intoxicaciones. 

En esta nota te enseñaremos a crear una vela ahuyenta mosquitos que será una de las mejores inversiones para zafar de estos insectos tan molestos y peligrosos que en estas épocas de tanta humedad dicen “presente” con frecuencia.

Materiales a utilizar 

• Parafina o restos de otras velas
• Hilo piolín o pabilo
• Portapabilo y pegamento universal
• Esencia de citronela o aceite puro de citronela 
• Vaso de vidrio o recipiente portavela

Modo de preparación 

• Colocá en una lata o en un jarro que puedas volver a usar siempre para hacer velas la parafina cortada en pedazos pequeños para derretir. 
• En una cacerola calentá agua, la cantidad suficiente para poner a baño maría la parafina y dejala derretir hasta que se vuelva completamente líquida.
• Perfumá la parafina derretida con la esencia o el aceite puro de citronela, unas 20 gotas será más que suficiente para 200 ml de parafina líquida. Sin embargo, si preferís que la preparación sea más concentrada, podés añadir más perfume. Mezclá bien con un palillo de madera y prepará el envase donde armarás la vela ahuyenta mosquitos.

• Colocá el pabilo dentro del portapabilo y pegalo sobre la base del portavelas, deja secar y luego volcá la preparación.
• Sostené el pabilo con algo firme para que el calor no haga que se vuelque hacia los lados. Dejá enfriar la vela al menos durante 8 horas para que se solidifique correctamente.
• Una vez pasado ese tiempo tendrás una vela casera aromática que correrá por su propio perfume a los bichos que ingresen a tu hogar. Prendé la vela siempre que estés al aire libre o que detectes que hay moscas o mosquitos que revolotean.

Coloca la vela estratégicamente para que la corriente de aire pueda dispersar el perfume, este es bastante agradable para nosotros, pero rechazable para los insectos indeseables, ya que no toleran los olores cítricos que caracteriza a la citronela.