Kokedama
Cómo hacer una kokedama, las plantas sin maceta que son lo último en decoración
La kokedama es una forma de ayudar al medioambiente.Hay muchas maneras de colocar una planta en una maceta para que se desarrolle sin problemas, pero en algunos casos llegará el punto en el que deba ser replantada en un lugar más grande, un paso que debe hacerse con cuidado para no lastimar las raíces. Debido a eso, ahora existen técnicas, como la kokedama, en las que no es necesario tenerla en un recipiente.
Esta técnica de sembrado es ideal para aquellos que prefieren que su arbusto crezca en un espacio más libre y sin preocuparse por trasplantarla. Las kokedamas se pueden realizar desde casa, pues no es necesario tener utensilios especiales. Con seguir los consejos de los expertos, será suficiente para obtener grandes resultados.

Lo primero que explican quienes saben del tema es que la kokedama es una forma de sembrado que se creó en Japón. “Koke” significa musgo y “dama” bola, por lo que es una mezcla de musgo con sustrato que se creó para cuidar el medioambiente, pues se evita el uso de plástico de las macetas y orgánicamente la mantiene saludable.

Cómo hacer kokedama desde casa
Para hacer esta técnica, se debe mezclar en un recipiente la akadama y el sustrato, que puede ser el que ya tiene la planta. Luego, se vierte la preparación sobre un plástico para darle forma de maceta.
Una vez que esté listo, se introduce la planta en un espacio en el centro. Con ayuda de las manos se crea la forma esférica y para darle un acabado más redondo se puede hacer rodar la preparación sobre una mesa.

Para sellarlo hay que extender el musgo en una superficie plana, limpiarlo de palitos y vaporizarlo con agua. Cuando esté preparado, se coloca la esfera de sustrato y se envuelve con el musgo. Por último, se sostiene con ayuda de una cuerda o hilos de algodón y estará lista decorar cualquier espacio.
Los pasos para regar una planta que tenga kokedama también son muy sencillos, pues solo implicará sumergirla en un recipiente con agua hasta que haga burbujas por absorción, un proceso que demora entre 5 y 10 minutos. Finalmente, se escurre el exceso y listo.