PLANTAS
Pocos lo saben: la planta que seguro crece en tu jardín y macetas, y que es muy valiosa
Muchas veces esta especie es confundida como maleza, pero lo cierto es que tiene muchos beneficios para la salud.El llantén mayor (Plantago major) es una plantas herbáceas originarias de Europa y Asia, pero que fueron introducidas en otras latitudes, tales como América del Sur. Esta especie es perenne con el tallo no ramificado. Suele alcanzar los 30-50 cm de altura y es habitual que crezcan en terrenos incultos o baldíos.
Estas plantas se desarrollan como maleza, motivo por el cual se las suele quitar de los jardines. Sin embargo, el llantén tiene muchas propiedades medicinales y beneficios para el sistema inmunitario y el sistema digestivo. Al igual que para nuestra piel, ojos y sistema respiratorio. Por todas estas razones, se utiliza desde la antigüedad para combatir ciertos malestares o problemas de salud. Además, sus hojas son comestibles, por lo que pueden ser incluidas en diversos platos fríos y calientes como ensaladas, guisos, sopas, infusiones, entre otras opciones.
Estos miniarbustos poseen principios activos como flavonoides, glucósido aucubina, ácido silícico, taninos y mucílagos. Estas plantas también son consideradas antisépticas, expectorantes, antibiótica, cicatrizante, antiinflamatoria, calmante, depurativa, saciante y muchas cosas más. Una de las versatilidades de esta especie es que se puede utilizar sus hojas, inflorescencias y semillas.
¿Cómo se utiliza el llantén?
Los beneficios que tiene consumir estas plantas son muchos y muy variados, desde la expulsión de secreciones bronquiales, calmar la tos, el asma, el resfriado común, afonía, faringitis, laringitis y voz ronca, hasta ayudar a detener la diarrea gracias a sus propiedades astringentes; también es ideal para combatir la gastritis o alguna otra afección intestinal. Además, protege el hígado, cicatriza y desinfecta heridas en la piel, tales como llagas, ampollas, raspones, acné y dermatitis. Hay varias maneras de utilizar el llantén, algunas de ellas son:
- Infusión: hervir el agua durante no más de 5 minutos y luego agregarle las hojas frescas o secas de la planta. Dejar reposar unos minutos, colar la bebida y enfriarla. Se pueden tomar de 3 a 4 tazas al día.
- Aplicar en la piel: para esto se deberá preparar un ungüento para colocarlo sobre la zona afectada. Lavar algunas hojas frescas y hervirlas unos minutos. Luego escurrirlas y molerlas en un mortero. La pasta que salga se deberá aplicar directamente en la lesión y se tendrá que dejar actuar aproximadamente durante 30 minutos, el proceso se puede repetir hasta tres veces al día.
- Jarabe: machacar algunas hojas frescas con un poco de agua y dejarlas reposar por dos horas. Filtrar el líquido obtenido y mezclarlo a partes iguales con azúcar o miel. Ponerlo a baño maría unos minutos para que se integre bien la mezcla. Se puede tomar una cucharada sopera tres veces al día.