Crocante de zucchini y cebolla: en pocos pasos, una opción tan original como rica

El crocante de zucchini y cebolla es una especie de scarpaccia italiana, que consiste en una deliciosa tarta similar a la pizza pero mucho más ligera, por lo que es ideal para comer cuando se quiere ingerir algo liviano. Esta receta suele hacerse con distintas variedades de zapallo, donde el calabacín es el más elegido.

En el caso del plato de origen italiano, la preparación de esta tarta se realiza en primavera con el objetivo de utilizar exclusivamente calabacines pequeños y recién cosechados. La altura del preparado no debe exceder el centímetro, por esto es que su textura es parecida a la de la pizza. Tradicionalmente, la scarpaccia la cocinaban los panaderos al final del día, para aprovechar el calor residual del horno recién apagado. El crocante de zucchini y cebolla es una imitación de este platillo.

Esta tarta es especial para consumir vegetales de una manera distinta y deliciosa. El crocante de zucchini y cebolla puede ser servido como plato principal o como guarnición. También, es ideal para una picada. La cuenta de Instagram “Nutriliano” compartió esta original receta que se hace en pocos pasos y muy rápida.

Ingredientes

• 1 zucchini.
• 1 cebolla.
• 50 g de polenta.
• 50 g de harina integral.
• 1 huevo.
• Condimentos.
• 100 cc de agua.

Elaboración

1. Lavar y cortar el zucchini con el pelador para que queden tiritas bien finitas.
2. Cortar una cebolla en juliana y mezclar con la polenta, la harina integral, el huevo y condimentar (en este caso se utilizó pimienta, pimentón dulce, provenzal y sal). Añadir el agua y mezclar bien hasta que todos los productos se unan.
3. Colocar en una placa para horno con papel manteca, apretado para que quede bien finito.
4. Llevar al horno a 180 °C y cocinar por 30 minutos hasta que esté bien dorado en la superficie.

Tip: a diferencia del crocante de zucchini y cebolla, la receta tradicional de la scarpaccia italiana tiene dos versiones, una dulce, proveniente del municipio de Viareggio, y la salada, originaria de Camaiore. Por otro lado, la fórmula original no lleva queso y queda muy bien, por lo que se le puede añadir para darle un extra de sabor.