PLANTA DE MENTA
No gastes más: el truco para tener una planta de menta eterna y usarla en la cocina
Esta hierba es una las especies aromáticas más populares en el mundo culinario.La planta de menta es un género de especies herbáceas vivaces, perteneciente a la familia Lamiaceae. Son plantas perennes y pueden alcanzar una altura máxima de 120 cm, aproximadamente. Este pequeño arbusto es una de las hierbas aromáticas de mayor difusión y es apreciada por su característico aroma refrescante. También se utiliza en gastronomía para añadir sabor a las comidas, en golosinas, postres, infusiones, así como en otros usos como el farmacéutico, especialmente en cosmética, entre muchos otros productos, tanto comestibles como no comestibles.

La planta de menta crece cerca de lugares húmedos y frescos, como charcos de agua, lagos y ríos, entre otras zonas. A pesar de que esta hierba aromática necesita de sombra parcial para desarrollarse óptimamente, es capaz de soportar un amplio espectro de temperaturas. Incluso, puede cultivarse a pleno sol. Esta especie tiene la capacidad de prosperar durante todo el año.

Más allá de la capacidad de adaptación que tiene esta hierba, hay que tener ciertos recaudos para que la planta de menta crezca saludable y tenga un ciclo de vida longevo. Hay varios consejos y trucos que siguen los amantes de la jardinería y que se pueden tener en cuenta para un mejor cuidado de este miniarbusto: luz y temperatura, época de sembrado, sustrato requerido, espacio necesario para su expansión (tanto en el jardín como en la maceta), propagación, poda, floración, fertilizante, riego y cultivo.
Luz y temperatura
Hay que buscar un lugar que tenga una buena iluminación que permita el crecimiento de la planta de menta. Lo recomendable es que durante la primera etapa de su desarrollo crezca a una temperatura entre 15 ºC y 20 ºC.
Sembrado
La época adecuada para sembrar esta hierba aromática es en primavera u otoño, y debe recibir los rayos del sol por la mañana y sombra durante la tarde.
Sustrato
La zona elegida para plantarla debe ser un lugar húmedo y libre de yuyos y malezas, para que no le quiten los nutrientes que necesita en su primera etapa de desarrollo.

Espacio en macetas y jardín
Es fundamental seleccionar bien la maceta para la planta de menta. Al ser una especie que crece horizontalmente, es recomendable utilizar una maceta que sea ancha y de unos 20 cm de profundo. Por otro lado, un buen drenaje es importante para evitar el encharcamiento. En el caso del jardín, lo ideal es sembrarla en un recipiente que la contenta, ya que su desarrollo es desmedido.
Propagación, poda y floración
Se puede obtener nuevos brotes de esta planta tanto por semillas como por esquejes. En el caso de la floración, sucede a principios del verano, momento que es óptimo cortarla y dejarla con unos cinco centímetros por encima del suelo, así vuelve a crecer. La poda también es muy importante para que la hierba no se convierta en invasora. Para esto, cada tanto hay que quitarle algunas hojas, lo que favorecerá su desarrollo, el crecimiento de nuevos brotes y su floración.
Fertilizante y riego
Esta planta solo necesita de un poco de fertilizante cada cierto tiempo. A su vez, requiere de un riego continuo. Lo importante es que la tierra siempre esté húmeda. Si se detecta que la planta se marchita, puede deberse a estos factores: la falta de luz solar o el exceso o escasez de agua.
Cultivo
La cosecha de la planta de menta debe hacerse justo antes de que florezca, para que las hojas tengan más sabor y un olor intenso. Las hojas amarillentas deben retirarse para facilitar el buen crecimiento de la especie.