Receta del omelette de jamón y queso, un plato fácil que tiene historia

Es uno de los platos más tradicionales de la cocina internacional y no hay país en el mundo en el que no se prepare, ya sea en las casas o en los restaurantes. Se trata del omelette de jamón y queso, que es muy práctico para resolver un almuerzo o una cena.

Cuenta la historia que esta receta se elaboraba en la antigüedad y hay registros de su evolución en la gastronomía mundial. El omelette de jamón y queso es nutritivo, aporta proteínas y calorías, y se puede elaborar en pocos minutos.

Los ingredientes para hacer un omelette son dos huevos, 50 gramos de queso mantecoso o de máquina, dos fetas de jamón cocido, dos cucharadas de aceite de oliva, una cucharada de manteca y una cucharadita de perejil finamente picado.

Para preparar este plato, se deberá comenzar con el batido de los huevos hasta obtener una preparación homogénea. El secreto es pasarlos por un colador y agregarles la manteca derretida, el perejil y condimentar.

Por otra parte, se tendrá que cortar el queso en cubitos y picar el jamón cocido. Paralelamente, calentar una sartén y poner aceite. Recién cuando esté a una temperatura acorde, volcar la preparación.

Una vez que empiece a coagular, bajar el fuego y colocar el jamón y el queso hacia un lado para que se pueda doblar a la mitad. Cuando esté parcialmente derretido el queso, dar vuelta con una espátula.

Una receta con historia

Según revela una leyenda, el origen del omelette se da en Cádiz, España, debido a la falta de alimentos por el asedio francés de 1810. La falta de papas, que era uno de los principales alimentos, motivó a que se creara esta variante de tortilla solo con huevos.

Otros historiadores consideran que la creación de este plato fue con anterioridad, en 1806, de acuerdo con lo que publicó Alexander Hunter en York, Inglaterra, en su recetario Culina Famulatrix Medicinae, donde incluía la receta de A French omelette.