Cómo cuidar el agave, la suculenta apreciada por sus múltiples usos

El agave es una planta de gran belleza natural y con muchos usos. Esta suculenta originaria de México y del sur de los Estados Unidos es conocida por sus características únicas, que le permite un excelente desarrollo en ambientes secos y desérticos.

Se trata de una suculenta ideal para usar en el hogar como decoración, sobre todo en jardines y parques, pero lo que realmente hay que considerar es que esta crasa tiene diversos usos en ámbitos medicinales y en el rubro de la alimentación.

A la hora de cuidar esta suculenta será importante preparar el lugar o la maceta con un buen drenaje para evitar que el suelo se inunde y dañe la planta. Lo segundo es regar solamente en la tierra y no en las hojas.

Los mejores cuidados para esta planta carnosa tienen que ver con que a través de la observación se riegue al menos una vez a la semana, durante el período de crecimiento activo, y con menor frecuencia una vez que hayan pasado los meses más cálidos.

Como tiene hojas grandes, será importante limpiarlas con un paño húmedo y un pincel suave para llegar a los lugares más inaccesibles. Además, el abono es necesario para mantenerla sana.

Se recomienda añadir una combinación de abono en el suelo y así proveer de nutrientes esenciales. Algunas alternativas para esto son las cáscaras de huevo molidas y esparcidas en la tierra o bien una infusión de cáscara de bananas para regar.

Una suculenta poderosa

Entre las principales propiedades que tiene esta suculenta se destacan sus múltiples usos medicinales, culinarios y decorativos. Es pariente del aloe vera y se puede usar con fines medicinales para antisépticos, infecciones de la piel e inflamaciones.

En la gastronomía, la savia del agave se usa como edulcorante, debido a su bajo índice glucémico. Además, la planta tiene propiedades prebióticas que facilitan el tránsito intestinal. Se usa, incluso, para la elaboración de una bebida típica mexicana como es el tequila.