CREMA CATALANA

Receta fácil para hacer crema catalana, la pariente española de la crème brûlée

Con pocos ingredientes, es posible realizar en casa este exquisito postre.
viernes, 24 de marzo de 2023 · 12:15

Es uno de los platos más tradicionales de la gastronomía de esta zona de España. Y aunque es habitual encontrarla en las cartas de los restaurantes más importantes, también se puede hacer crema catalana en casa, con pocos ingredientes y sin que demande mucho tiempo.

Los productos que se necesitan para elaborar esta exquisitez del norte español son 40 gramos de almidón de maíz, 200 gramos de azúcar, 8 yemas, un litro de leche, ralladura de medio limón y ramas de canela. La crema catalana es una opción nutritiva y rica para los días más frescos.

La ralladura del limón le da un toque especial. 

Los pasos que se deben seguir para cocinar una crema catalana son muy pocos. Lo primero será calentar leche con la mitad del azúcar en una cacerolita. Por otro lado, se necesitará mezclar las yemas con la otra parte del azúcar, más el almidón de maíz.

Un secreto para que esta delicia salga excelente es agregarle una pizca de sal a la leche justo en el momento en que se sumen la cáscara de limón y la canela. Una vez que esté bien aromatizada, habrá que unir ambas preparaciones con fuego alto hasta romper hervor.

La corteza crujiente es una característica muy apreciada. 

Posteriormente, colocar la crema en los recipientes elegidos y llevar a la heladera por una hora. El toque final será cuando se espolvoree con azúcar rubia y con cucharas calentadas en el fuego o un soplete se caramelice.

Puede servirse acompañada de fruto rojos, como frambuesas o arándanos, o bien con alguna bochita de helado de canela o un copete de crema chantilly. Es una de las propuestas más fáciles de hacer de la cocina catalana.

La leche se puede infusionar con canela. 

 

La historia de su origen

La crema catalana está documentada en la literatura de esa región desde tiempos lejanos. Pues, aparece en recetarios medievales del siglo XIV y del siglo XVI. Es considerada uno de los postres más antiguos en Europa.

Es un clásico de la pastelería europea. 

Esta exquisitez contempla la evolución de las clásicas natillas, que ya existían en la República romana varios siglos antes de Cristo. En sus registros se puede observar que algunas personas utilizan harina de maíz en vez de almidón.

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