rosquitas glaseadas
Ideal para acompañar el mate: receta fácil y práctica de las más ricas rosquitas glaseadas
Una receta que va perfecto para cuando tenés ganas de comer algo dulce.Si sos de los que siempre está pensando en algo rico para acompañar el mate, esta receta de rosquitas glaseadas te va a venir como anillo al dedo. Una vez que aprendás a hacerlas, vas a pasar de largo la panadería.
Caseritas, crujientes y muy deliciosas, estas rosquitas glaseadas son el acompañamiento dulce perfecto a la hora del mate o del té. Su sabor suave y su masa esponjosa por dentro y crocantes por fuera le dan el toque de perfección a esta receta que es la preferida de muchos argentinos.
Para estas rosquitas vas a necesitar: 125 cc de leche, 10 gr. de azúcar, 150 gr. de harina, 4 huevos y 2 claras, 125 gr. de manteca, 300 gr. de azúcar, jugo de limón y una pizca de sal. Se empleará también 125 cc de agua, luego otros 100 cc. y también otros 100 cc. más, pero hirviendo.
Procedimiento
Para comenzar a hacer estas rosquitas vas a poner en una olla la leche, los 100cc de agua, la manteca, la sal y el azúcar, todo junto. Cuando llega a punto de hervor agregás de una vez harina y mezclás bien. Te va a quedar como un engrudo, pero debe quedar sin grumos. A este procedimiento se lo conoce como masa bomba.
Una vez que la masa queda bien homogénea, la sacás y la pasás a un bowl y vas incorporando los huevos, de a uno, mientras vas revolviendo para integrar. Aunque al principio parece separarse, hay que seguir revolviendo y de a poco se va a ir integrando.
Una vez que la masa está lisita, la vamos a colocar en una manga para hacer nuestras rosquitas en forma de aro, sobre una fuente enmantecada, las rosquitas se cocinarán en el horno a fuego moderado, unos 180º, por unos 10 minutos aproximadamente.
Para el glaseado
Para que nuestras rosquitas glaseadas queden perfectas se necesita el glaseado que les va a dar el toque final.
Para ello vas a hervir el azúcar con el agua hasta que tome punto de hilo. Mientras tanto, batís las claras a punto nieve.
Cuando el almíbar ya está, lo vas a volcar de a poquito sobre las claras en forma de hilo sin dejar de batir. Esto va a resultar en un perfecto merengue italiano.
Sin dejar de batir, agregás jugo de limón, y una vez que el merengue está listo, agregás el agua hirviendo.
Para colocar el merengue a las rosquitas, lo colocás en una placa o bowl y vas sumergiendo las rosquitas en la mezcla.
Luego, espolvoreás con el azúcar impalpable y dejás secar sobre una placa.