Las 4 suculentas perfectas para regalar: son hermosas y fáciles de cuidar

Muchas veces hacer un regalo puede ser un verdadero dolor de cabeza. Así se trate de un ser querido y muy cercano o alguien más lejano, elegir un presente representa una actividad negativa para muchas personas, por lo que acudir a las suculentas es una gran opción para ellos.

Esta variedad de plantas requiere cuidados mínimos, poca agua, algo de luz natural, pero son sumamente resistentes a las sequías y ambientes poco amigables. Para quedar bien en el próximo evento, aquí una lista de las 4 suculentas perfectas para regalar.

Haworthia Obtusa

Si querés destacarte con una suculenta que sea vea muy original, esta es una de las mejores opciones. Sus hojas tienen una apariencia especial, parecen carnosas y al mismo tiempo transparentes. Requiere riegos con mucha agua, pero solamente cuando la tierra esté completamente seca. Si lo haces con el sustrato húmedo, los riesgos de dañarla son altos.

Graptoveria Titubans

Esta suculenta tiene forma de roseta, lo que le da un toque especial. El color es verde grisáceo y crece en forma de ramificaciones. A medida que pasa el tiempo, pierde hojas y esas mismas son las que forman tallos nuevos, por lo que cultivarla es muy fácil y es ideal para balcones o interior. También cuenta con flores, en forma de campana y combinadas entre amarillo y naranja, pero florece solamente en temporada. El riego es solamente cuando el sustrato está seco y necesita luz natural.

Lithops optica rubra

También conocida como ‘piedra viva’, esta suculenta tiene hojas que crecen muy juntas y de forma plana, por lo que su disposición es la que genera su nombre. El color es entre violeta y lila, y su época preferida es la del otoño y primavera, con climas cálidos. Las hojas se separan en los días de sol y le dan una estética muy particular. Los cuidados son los normales de cualquier suculenta respecto de los riegos y luz.

Senecio rowleyanus

Esta suculenta también es llamada rosario y es ideal para las habitaciones. Su nombre deriva de los largos tallos que la componen, en los que crecen unas hojas pequeñas, redondeadas y carnosas que dan la impresión de un rosario. Son plantas colgantes, de interior y necesitan riego esporádico solo cuando el sustrato está seco.