Pan
Pan sin gluten ni horno: la receta apta para veganos y celíacos
El pan es uno de los alimentos que casi nunca falta en casa.El pan es uno de los alimentos más consumidos del mundo y su receta es una de las más versátiles de la gastronomía, pues, se puede adaptar para personas celíacas, veganas y, además, hacerlo libre de gluten. Debido a eso, es una de las preparaciones que casi nunca falta en casa.
Como la receta de este alimento básico puede variar de acuerdo con las especificaciones de cada comensal, solo tiene algunos ingredientes esenciales. Además, el pan se puede consumir con otras preparaciones saludables.
Para hacer el pan es necesario tener:
- 100 g premezcla.
- 100 g de trigo sarraceno.
- 100 g de harina de garbanzo.
- 4 g de Psyllium (1 cdta).
- 4 g de azúcar (1 cdta).
- 250 cc de agua tibia.
- 10 g de levadura.
Es importante recordar que todos los ingredientes deben tener la etiqueta que asegure que son libre de TACC para que pueda ser apto para celíacos.
La preparación también se elabora en simples pasos y sin horno:
Lo primero es hacer que la levadura se espume. Para ello es necesario colocar en un bowl una porción de la medida de agua, agregar azúcar y la levadura en polvo; luego, se debe mezclar hasta unir todo. El azúcar es opcional y también se puede cambiar la levadura común por 25 g de una fresca.
La mezcla se deja descansar hasta que crezca. En otro recipiente se colocan los demás ingredientes secos, incluso el psyllium, que le dará elasticidad a la masa. Se condimenta con una pizca de sal.
Una vez espumada la levadura, se agrega en el centro de las harinas y se comienza a unir con ayuda del agua. En este punto se puede hacer la mezcla con una espátula o cualquier otro utensilio. Más adelante, se recomienda terminar el amasado con las manos.
Lo ideal es que la masa quede húmeda para garantizar la esponjosidad del pan. Cuando se consiga esa consistencia, se tapa y se deja descansar por 30 minutos. Luego, se vuelve a amasar con una superficie cubierta de aceite.
Para la cocción es necesario dividir la masa en las porciones que se desee y tratar de que no quede con mucho grosor, con el fin de que se cocine en el centro. Se recomienda que sea, máximo, de 2 cm de espesor.
Una vez que estén moldeados, se deja descansar otros 30 minutos. Finalmente, se llevan a un sartén antiadherente, en el que se van a cocinar a fuego mínimo entre 15 a 20 minutos o hasta que esté dorado por los dos lados.