Es de mil pesos pero vale mucho más: cuánto pagan por este billete particular

Un billete con características únicas y diferentes al resto de los que están en circulación puede ser considerado como objeto de colección para aquellos que tienen este pasatiempo. En el mercado se pueden encontrar varios de estos ejemplares, aunque en algunas ocasiones son ediciones que ya no se imprimen.

El papel moneda debe cumplir con ciertos requisitos para que pueda convertirse en un producto deseado por los coleccionistas. En Argentina existen varias de estas divisas por las cuales se paga un monto mucho más alto que su valor real. De hecho, hay un billete de $1000 pesos, que se puede llegar a vender hasta en $350000 pesos.

Este billete de $1000, que un usuario ofertó en Mercado Libre por esa importante cifra, tiene ciertos detalles que lo hacen diferente al resto de los ejemplares. La divisa tiene un error en el corte y la impresión de la serie. Esta es la principal razón por la cual se aumenta su propio valor nominal. Como suele ocurrir en esto casos, otras personas lo ofrecen más barato a solo $45000 pesos.

Medidas de seguridad en un billete

A la hora de confeccionar e imprimir un billete, los expertos siguen una serie de pautas y medidas de seguridad para evitar que el mismo pueda ser falsificado. Algunas de las reglas con las que operan los bancos para desalentar el fraude son:

Marca de agua o filigrana: el papel tiene una o más imágenes formadas por diferencias de espesores que se ven a trasluz.

Blanqueador: se usa papel sin blanqueadores ópticos, de esta forma no puede falsificarse usando papel común, o se emplea solo en una región. Esto puede detectarse con una fuente de luz ultravioleta.

Relieves: el papel tiene relieve en distintas partes.

Tinta ópticamente variable (OVI): es una tinta que cambia de color según el ángulo del observador y la incidencia de la luz.

Hace una década atrás salió una nueva tecnología conocida como Cifrado de moneda inteligente dinámico o Dynamic Intelligent Currency Encryption (DICE por sus siglas en inglés). Se trata de una medida de seguridad introducida en 2014 por la empresa británica EDAQS, que devalúa de forma remota los billetes que son ilegales o robados. El método se basa en la identificación a través de un chip RFID o un código de barras, que se conecta a un sistema de seguridad digital para verificar la validez del billete.