SALSA BLANCA

Salsa blanca: una receta que no falla para que salga con la consistencia perfecta y sin grumos

Conocé los secretos para lograr una salsa espesa y rica que sirve para acompañar cualquier plato.
miércoles, 3 de mayo de 2023 · 14:32

Se cree que la salsa blanca o bechamel tiene su origen en la cocina francesa, pero se popularizó alrededor del mundo debido a su versatilidad para la elaboración de distintas recetas que pueden contener carnes, verduras y pastas. Esta preparación se obtiene cuando se le agrega leche a una harina sofrita en grasa (roux blanco).

La salsa blanca no necesita muchos ingredientes y hasta puede resultar fácil de hacer. Sin embargo, este caldo espeso tiene un gran problema a la hora de cocinarlo: la aparición de grumos. Además, si no se mezcla de la manera correcta, puede tomar sabor a harina cruda.

La salsa blanca es un gran acompañante.

Uno de los secretos para lograr la consistencia deseada en la salsa blanca es que la leche debe agregarse en cantidad suficiente para que la mezcla se cueza de manera correcta. Se debe realizar la cocción a fuego lento y verter de a poco el líquido para que los ingredientes de este exquisito plato se liguen apropiadamente. Si bien puede parecer bastante complicado, Paulina Cocina tiene una receta muy sencilla de hacer para obtener los resultados esperados.

Ingredientes

  •     80 g de manteca.
  •     80 g de harina.
  •     1 litro de leche.
  •     1 hoja de laurel.
  •     Sal, pimienta y nuez moscada.
La salsa no necesita muchos ingredientes.

Preparación

  1. Primero, calentar la leche con la hoja de laurel y un poco de pimienta. No tiene que llegar a hervir. Cuando empieza a burbujear apenas el borde, retirar del fuego. Reservar.
  2. Derretir la manteca en una sartén. Una vez que esté lista, incorporar la harina, toda de una sola vez. En este paso, hay que remover continuamente con una cuchara de madera. Esto se llama el roux y es lo más importante para saber cómo hacer salsa blanca. Aquí se cocina la harina para que no quede sabor a crudo.
  3. La harina cambiará de color. Revolveremos esta mezcla seca un par de minutos, pues, es importante que no se pase.
En este paso hay que prestar atención.

4. Seguido, incorporamos de golpe toda la leche, que aún debe estar caliente. Revolvemos sin descanso y con cariño. De a poco, la leche y el roux comenzarán a unirse. Cuanto más cocinemos, más espesa quedará. Siempre revolvemos de forma continua y lenta.

5. Salpimentar y agregar nuez moscada.

Salsa blanca.

6. Sacar cuando tenga la consistencia que quieras, pero siempre teniendo en cuenta que, al perder calor, se espesará bastante.

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