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Qué ver en Netflix: la película basada en hecho reales que no te vas a querer perder
Se trata de un documental lanzado en los últimos días en la plataforma que entró rápidamente entre lo más visto.Netflix continúa con la expansión de su catálogo y sumó un nuevo título que conquistó al público en cuestión de horas. El pasado 19 de junio, el gigante de entretenimiento agregó una cinta que logró meterse en el top 10 de las más reproducidas.
Las últimas dos semanas, Netflix lanzó varios estrenos esperados para despedir el mes bien arriba. Entre esas películas y series se destacó “Cuiden a Maya”, un documental verídico que expone de manera cruda y contundente al sistema de salud de Estados Unidos. La nueva producción de la empresa de streaming relata la pesadilla que vivió una familia de Florida tras la internación de su hija que tenía una extraña enfermedad.
Este film que añadió la plataforma on demand, que fue dirigida por Henry Roosevelt, expone el poder que pueden llegar a tener los directivos de un hospital sobre las familias de los pacientes que se encuentran allí, al punto de quebrar la confianza entre ellos y separar a los seres queridos. El documental de Netflix está contado en primera persona por la familia Kowalski, quienes son los protagonistas de la terrible historia.

De qué se trata el documental
La nueva apuesta de Netflix “Cuiden a Maya” gira en torno a la historia de Maya Kowalski, de nueve años, quien en el año 2016 ingresó en el Johns Hopkins All Children’s Hospital, pero ni ella ni su familia estaban preparados para lo que iban a vivir. A medida que el equipo médico intentaba comprender su rara enfermedad, empezaron a cuestionarse a los familiares de la joven. Sin aviso previo, la niña en ese entonces fue puesta bajo la custodia del Estado.

A pesar que Maya presentaba todo tipo de síntomas, los profesionales de la salud acusaron a la madre de inventar las enfermedades, motivo por el cual la denunciaron. Ahí empieza la batalla judicial de la familia Kowalski para recuperar a la niña. Sin embargo, Beata, la madre, no pudo soportar la situación y terminó quitándose la vida semanas después de haber sido separada de su hija. Días más tarde de la muerte de la señora, el padre recuperó la custodia de su hija.