No la tires: cómo generar un abono casero para tus suculentas con la basura de tu cocina

No hay duda de que las suculentas son unas de las plantas más fáciles de cuidar. Con sus mínimas necesidades de riego y vibrantes colores, son perfectas tanto para jardineros principiantes como para gente ocupada. Sin embargo, estas plantas siguen necesitando el tipo adecuado de nutrientes para prosperar. Afortunadamente, hacer tu propio abono es fácil y barato, sobre todo si recurrís a la basura de tu cocina.

¿Por qué hacer abono casero?

Hay varias razones por las que puedes plantearte hacer tu propio abono. Para empezar, el abono casero suele ser más barato que el comprado, lo que significa que te ayuda a ahorrar dinero sin dejar de nutrir tus plantas. Además, los este tipo de abono suelen ser más suaves y menos propensos a dañar tus suculentas si accidentalmente las fertilizas en exceso. Y, por último, fabricarlo en casa es una forma estupenda de reducir tus residuos y ayudar al medio ambiente reutilizando elementos que de otro modo se tirarían.

Qué vas a necesitar

Antes de empezar, necesitarás unos cuantos ingredientes sencillos de tu cocina. 

1. Cáscaras de banana: tienen mucho potasio, que es crucial para el crecimiento y desarrollo de las plantas. También contienen otros nutrientes, como fósforo y calcio, que pueden beneficiar a tus plantas.

2. Cáscaras de huevo: son una gran fuente de calcio, que puede ayudar a fortalecer las paredes celulares de tus suculentas, y mejorar su crecimiento general.

3. Restos de café: pueden ayudar a aumentar la acidez de la tierra, lo que es ideal para las suculentas, que prosperan en suelos ligeramente ácidos. También contienen nitrógeno, que es un macronutriente esencial para el crecimiento de las plantas. 

4. Agua: es necesaria para disolver todos los nutrientes y mantener la tierra húmeda.

5. Una batidora o un procesador de alimentos: para triturar los ingredientes y convertirlos en un polvo fino que puedas añadir fácilmente a tu tierra.

Cómo hacer el abono

1. Guarda las cáscaras de banana, las cáscaras de huevo y los posos de café en un recipiente hasta que tengas suficiente para hacer un lote decente de abono. 

2. Seca los ingredientes: extiende las cáscaras de banana y las cáscaras de huevo en una bandeja de horno y déjalas secar unos días. Puedes acelerar el proceso de secado metiéndolas en el horno a baja temperatura hasta que estén completamente secas. Los posos de café no necesitan secarse.

3. Tritura todo: coloca las cáscaras de banana secas y las cáscaras de huevo en una batidora o robot de cocina y tritúralas hasta obtener un polvo fino. Añadí los posos de café y tritúralos hasta que esté bien mezclado. 

4. Añadí agua lentamente agua a la mezcla de polvos, removiendo hasta que se forme una pasta. La pasta debe estar húmeda pero no demasiado.

5. Guardá el abono en un recipiente hermético hasta que vayas a utilizarlo. Debería durar varios meses.

Cómo utilizar tu abono casero

1. Comenzá trasplantando tu suculenta a una maceta nueva con tierra fresca. Asegurate de que la tierra drena bien y sea ligeramente ácida.

2. Esparcí una pequeña cantidad de abono casero sobre la tierra alrededor de la base de la planta. Tené cuidado de que no caiga sobre la planta.

3. Regá la planta como lo harías normalmente, con cuidado de que la tierra no se encharque demasiado.