Cómo cuidar la Pequeña joya, una de las suculentas más rara y hermosa que existe

Las suculentas son asombrosas y se han hecho cada vez más populares en los últimos años. Una de las más raras e impresionantes es la Pequeña joya. También conocida como Lithops, esta planta única es originaria de Sudáfrica y es famosa por sus hermosas y brillantes flores de color neón que florecen en verano.

A pesar de su llamativa belleza, el cuidado de la Pequeña joya es relativamente fácil una vez que sabes qué hacer. En este artículo, te guiaremos a través de los pasos esenciales para cuidar de esta increíble planta. 

Condiciones de cultivo óptimas

Crece en condiciones secas y prefiere la luz solar directa. No necesita mucha agua, así que asegúrate de mantener la tierra seca para evitar el riesgo de pudrición de las raíces. La temperatura interior ideal oscila entre 15 y 32 °C, lo que la convierte en una planta perfecta para el cultivo de interior.

Suelo y trasplante

Necesita un suelo que drene bien, es necesario añadir arena o perlitas a la mezcla para macetas para mejorarlo. Asegúrate de utilizar una maceta con agujeros para evitar que el agua se acumule en el fondo, lo que provocaría la pudrición de las raíces. No requiere trasplantes frecuentes, ya que es de crecimiento lento. Solo debe trasplantarse si crece más que la maceta actual o si la tierra se ha compactado.

Riego y abonado

Sobrevive semanas sin riego, y demasiada agua puede provocar la pudrición de las raíces y otras enfermedades. Regala solo cuando la tierra esté seca. La fertilización no es necesaria para la Pequeña joya, pero si decidís hacerlo, utiliza una solución diluida de fertilizante líquido una vez cada pocos meses.

Plagas y enfermedades

Es susceptible a varios tipos de plagas, como cochinillas y ácaros, que causan amarilleamiento, marchitamiento y pérdida de follaje, por lo que es esencial vigilar y tratar las infestaciones con rapidez. Usa un jabón insecticida o aceite de neem para tratarla. Otra enfermedad común que afecta a la Pequeña joya es la podredumbre de la raíz, que suele estar causada por un riego excesivo o un suelo mal drenado. Deja secar el sustrato por completo antes de regarla.

Poda y propagación

La poda no es esencial, ya que tiende a crecer lentamente y no requiere recortes regulares. Sin embargo, puedes eliminar las hojas muertas o dañadas separándolas suavemente del centro con los dedos o unas pinzas. Una de las formas más fáciles de propagarla es separar los hijuelos de la planta madre y plantarlos por separado. Coloca los esquejes sobre tierra que drene bien y enraizarán en pocas semanas.