Karina Mazzocco
"Me arrepiento": Karina Mazzocco se quebró en vivo
El hecho que involucra a la presentadora de televisión se vio en la pantalla de América TV.Durante las últimas horas, Karina Mazzocco estuvo como invitada especial en "Noche al Dante" y, entre risas, confesiones y bromas, se quebró en vivo.
El hecho en cuestión se originó cuando la presentadora de televisión le confesó a Fer Dente lo siguiente: “Fui tan fan de Soda Stereo, pero fan al punto de ir a verlos a los boliches”.
Luego, Karina Mazzocco contó la experiencia personal que la marcó en el pasado. Puntualmente, la profesional dijo: “Hace tiempo, un día en Punta del Este, nos encontramos con Pampita y Benjamín Vicuña, que todavía estaban juntos, y nos invitaron a un asado en su casa. Entramos y estaba Gustavo Cerati sentado en una silla, con sus rulos”.

Según Karina, después de darse cuenta de la presencia del artista, se refugió en su esposo y exclamó: “Le dije ‘¡está Cerati!' Pero yo ya era Mazzocco y no lo podía ir a cholulear".
Ahora bien, a pesar del amor que siente por la música de Soda Stereo, admitió que no pudo acercarse a Gustavo luego de tenerlo cerca.
Y no saben cómo me arrepiento. Yo tenía que agradecerle tanta felicidad, y no lo hice.
En ese contexto, Karina se quebró en pleno en vivo y añadió: “¡Qué tonta! Una tiene que decir cuando quiere, cuando ama, cuando se equivocó, cuando admira. Como una tarada no lo hice y fue triste. Me hubiese encantado agradecerle tantos momentos de felicidad. Mi hijo canta todas sus canciones”.
Una huella inolvidable
En medio de las lágrimas que derrabó frente a las cámaras de América TV, Karina Mazzocco reflexionó y aconsejó a la audiencia: "No se queden con nada, la vida pasa y no sabemos cuándo no estamos más. Hay que entregar el amor a quien nos lo despertó. Cerati es parte de mi vida".
Como si lo antes mencionado fuera poco, volvió a reconocer su más grande error: “No saludé a quien me generó tantos momentos de felicidad".
Por último, la conductora de "A la Tarde" comentó: "Nosotros que hablamos tanto de desencuentros familiares, a veces una se queda con el orgullo de decir ‘me equivoqué, estuve mal’; o decirle ‘me hiciste feliz con tu guitarra, con tus acordes y con tus canciones. Le pusiste música a mi vida’. Nunca me acerqué, creo que nunca lo miré de frente. No lo iba a invadir”.