FLOR VIGNA
Con el mismo estilo: así es Viviana, la joven madre de Flor Vigna
La mujer suele acompañar a la actriz en cada paso que da en su carrera.Flor Vigna es una de las figuras del momento en el mundo del espectáculo, motivo por el cual atraviesa una gran situación en su corta trayectoria profesional. A su flamante carrera musical, en la que ya lanzó algunos temas, se suma su participación en el “Bailando 2023”. La artista ya fue parte del certamen conducido por Marcelo Tinelli en otra oportunidad y, ahora, nuevamente se hará presente en las pistas.
A pesar de la fama que adquirió la ex "Combate" en el último tiempo, Flor Vigna se mantiene con los pies sobre la tierra, unida a su familia y a su novio Luciano Castro. Es muy habitual ver a la bailarina acompañada de su mamá, Viviana Pereyra, quien suele deslumbrar con su llamativo estilo a la hora de vestir y su particular filosofía de vida. De hecho, la señora estudió biodecodificación.
Hace un tiempo, Flor Vigna presentó el corte musical “Sabor a Ti” e invitó a bailar a su mamá, quien no pudo ocultar su felicidad por su hija. La artista explicó: “Ella es la que más me vio llorar a mí, entonces, ahora ella lloró arriba del escenario cuando me vio cumplir el sueño. Eso me mata de amor. Lo que más me emociona, y por lo que se está haciendo viral el video, es por la emoción de mi mamá, que es la que me banca con esto desde que nací”.
La dura historia de vida de la mamá de Flor Vigna
La familia de Flor Vigna se compone de su mamá Viviana y de su papá Miguel, ambos comerciantes; de sus hermanos Miguel Ángel, actor, director y titiritero, y de Leyla, la menor del clan. Los padres de la artista se separaron cuando era una niña. En una entrevista que dio hace un tiempo, la cantante contó que su progenitora es la persona más importante que tiene y que, además, siente una profunda admiración por su historia de vida.
La bailarina declaró: “Mi mamá nació en Bolivia. Quedó huérfana cuando era muy chiquita. Llegó al país con su abuela, con quien atravesó situaciones muy dolorosas. Y creció en un orfanato de monjas, haciendo de todo: cocinando, limpiando y estudiando. A los 19 quedó embarazada de mi hermano, sin tener nada, pero nada. La peleó con dos hijos”. Y la definió como un ejemplo de empuje.