Pollo
En pocos pasos, reconocé al toque si el pollo está en mal estado antes de cocinarlo
Con estos ítems no pasarás apuros en la cocina ni al momento de comprar los alimentos. Compartirlo con quienes creas que lo necesiten.El pollo es una de las carnes más consumidas en nuestro país, pese a que nos caracterizamos por los cortes vacunos. Sin embargo, hay personas que manipulan este alimento a diario y todavía no saben reconocer cuándo se encuentra en un estado no apto para el consumo.
Para evitar que tengas malas experiencias con el pollo, te enseñaremos algunos trucos caseros que te ayudarán a detectar si la carne de esta ave está en malas condiciones o no.

Revisá la fecha de envasado
Aunque suene redundante, es importante que al comprar el pollo en las avícolas conserves la fecha de envasado y de vencimiento en la etiqueta y en caso de no tenerla te recomendamos agregar un rótulo con esta información.
Si no congelás el pollo fresco, debés consumirlo en un plazo máximo de uno o dos días más no.

Atención al color y olor
Es importante revisar estas características en la carne, ya que también a través del tacto podemos percibir si el pollo está en mal estado.
No debe contener restos de plumas, tampoco manchas oscuras. El pollo tiene que ser de color uniforme entre amarillo y blanco y no debe presentar olor desagradable. Además, la carne debe ser firme.

Alerta ante el olor agrio
Si la carne del pollo emite un olor agrio, significa que no está apta para consumo, por lo cual deberás deshacerte o cambiarla. También tenés que verificar que su piel tenga el color que dijimos antes, porque si presenta un tono grisáceo o verdoso se trata de una carne pasada.
La textura del pollo fresco debe ser tersa y brillante, no pegajosa o babosa. Cabe destacar que cuando este alimento está en mal estado no es apto para consumo humano, pero tampoco para los animales.
Por qué se consume bastante pollo
Además de ser uno de los cortes más económicos, esta carne blanca se caracteriza por un alto valor energético y por ser rica en proteínas. El pollo también tiene un bajo porcentaje en grasas, por lo cual es recomendada en casi todas las dietas omnívoras.
No podemos pasar por alto que la versatilidad de esta carne también permite la gran creatividad en la cocina, pues se pueden crear platos fríos o calientes durante todo el año.