No tires las cáscaras de nueces: así las podés usar como abono natural para tus plantas

En el mundo de las plantas y sus cuidados, hay muchas técnicas que podés usar para dejarlas súper saludables y en esta nota te vamos a compartir un nuevo truco muy fácil de hacer y que no vas a necesitar muchos elementos, y que hará que tus favoritas estén óptimas.

Te vamos a enseñar a crear un abono casero con cáscaras de nueces. Estas contienen nutrientes que benefician el crecimiento de las plantas. Entre ellos se incluyen el nitrógeno, el cual es un macronutriente ideal para el desarrollo de las mismas. La cáscara de nuez aporta nitrógeno de manera lenta y constante, lo que evita una liberación excesiva y el agotamiento del suelo. Por otro lado, aporta fósforo. Resulta esencial para el desarrollo de raíces fuertes y la producción de flores y frutos. La cáscara de nuez lo contiene y le va a beneficiar un montón. El potasio favorece la resistencia de las plantas frente a enfermedades, sequías y bajas temperaturas y la cáscara de nuez proporciona potasio de forma natural.

Podés usar las cáscaras de nuez libre de cualquier residuo, pulpa o pelón. Vas a trocear las cáscaras en pedazos pequeños para facilitar su descomposición y luego mezclalas con otros restos orgánicos, como hojas secas o restos de cocina, para crear una compostera equilibrada.

Ahora lo que vas a hacer es mezclár el abono con la tierra de tus macetas o jardineras antes de plantar nuevas semillas o trasplantar plantas existentes. Luego, vas a esparcir alrededor de las plantas creando una capa de aproximadamente 1-2 cm de espesor. Usalo como cobertura en los bancales de cultivo, que ayuda a mantener la humedad y aportando nutrientes. Además de sus propiedades nutricionales, el uso de la cáscara de nuez como abono va a mejorar la estructura del suelo al aumentar su capacidad de retención de agua y aireación, reducir la necesidad de fertilizantes químicos, lo que contribuye a la preservación del medio ambiente y evita la contaminación del agua.